Eusko Alkartasuna, el partido socialdemócrata independentista vasco, ha decidido ir por separado en las próximas elecciones autonómicas del País Vasco. Se rompe así definitivamente la coalición que mantenía el PNV y su escisión desde 1999 en las municipales y desde 2001 en las autonómicas.
EA, desde su separación del PNV, ha ido declinando paulatinamente, desde los 12 escaños de 1986, a los 6 de 1998, las últimas autonómicas a las que se presentó en solitario. La coalición con sus antiguos compañeros les fue bien, quedándose en 7 diputados en 2001 y 2005. Ahora queda saber cuántos consiguen, hay quien les da 5 diputados. En las últimas municipales consiguieron resultados aceptables, pero se quedaron privados del parlamentario en las elecciones nacionales.
El motivo de la coalición, “histórica” según los dos partidos, fue por las circunstancias del momento, en 1999 por el Pacto de Estella y la tregua etarra, en 2001 por el miedo a una victoria del Partido Popular y Partido Socialista.
Finalizados esos motivos, con el conocimiento de un gran desgaste electoral en las pasadas autonómicas por la presencia de la izquierda abertzale y el despertar de la sociedad ante ese victimismo que hacia gala Ibarretxe con su plan, ya no hay más motivo para mantener la coalición que sumar votos frente al Partido Socialista, según reconoció el PNV.
Sin la coalición nacionalista, será más fácil saber quién es el partido ganador de las elecciones. En las pasadas generales el Partido Socialista fue el más votado, con 9 escaños de los 18 vascos, y el PNV se quedó con sólo 6.
¿Es esto un cambio de rumbo de la sociedad vasca? Puede, y sería positivo que lo fuera. El PNV se asemeja en mucho a Convergència i Uniò y la antigua Democracia Cristiana italiana. Ha sido el partido dominante en muchos años, ha participado siempre en el gobierno, pero, en los casos de CiU y la DC la pérdida del poder les ha derivado en una caída constante, en la pérdida de sus lazos clientelares, y en la DC, la desaparición total por su corrupción generalizada. CiU también vive sus casos de corrupción (el famoso y silenciado 3%, el caso Pallerols…), así, cabe preguntarse qué pasaría ante la posibilidad de que el PNV fuera desalojado de Ajuria Enea. ¿Perdería para siempre su hegemonía? Las sátiras de Vaya Semanita dan a entender que existe una red clientelar del PNV.
Esto es muy importante. Es necesario la alternancia, el cambio y el desalojo del PNV para llevar a la sociedad vasca a mirar más allá del nacionalismo, de los conceptos arcaicos de nación y de egoísmo, mirar a la solidaridad, al progreso por entero de la sociedad. Y sobre todo, de ese victimismo que hace gala el nacionalismo para sostenerse en el poder, porque simplemente, ya no saben aportar nada a Euskadi.
EA, desde su separación del PNV, ha ido declinando paulatinamente, desde los 12 escaños de 1986, a los 6 de 1998, las últimas autonómicas a las que se presentó en solitario. La coalición con sus antiguos compañeros les fue bien, quedándose en 7 diputados en 2001 y 2005. Ahora queda saber cuántos consiguen, hay quien les da 5 diputados. En las últimas municipales consiguieron resultados aceptables, pero se quedaron privados del parlamentario en las elecciones nacionales.
El motivo de la coalición, “histórica” según los dos partidos, fue por las circunstancias del momento, en 1999 por el Pacto de Estella y la tregua etarra, en 2001 por el miedo a una victoria del Partido Popular y Partido Socialista.
Finalizados esos motivos, con el conocimiento de un gran desgaste electoral en las pasadas autonómicas por la presencia de la izquierda abertzale y el despertar de la sociedad ante ese victimismo que hacia gala Ibarretxe con su plan, ya no hay más motivo para mantener la coalición que sumar votos frente al Partido Socialista, según reconoció el PNV.
Sin la coalición nacionalista, será más fácil saber quién es el partido ganador de las elecciones. En las pasadas generales el Partido Socialista fue el más votado, con 9 escaños de los 18 vascos, y el PNV se quedó con sólo 6.
¿Es esto un cambio de rumbo de la sociedad vasca? Puede, y sería positivo que lo fuera. El PNV se asemeja en mucho a Convergència i Uniò y la antigua Democracia Cristiana italiana. Ha sido el partido dominante en muchos años, ha participado siempre en el gobierno, pero, en los casos de CiU y la DC la pérdida del poder les ha derivado en una caída constante, en la pérdida de sus lazos clientelares, y en la DC, la desaparición total por su corrupción generalizada. CiU también vive sus casos de corrupción (el famoso y silenciado 3%, el caso Pallerols…), así, cabe preguntarse qué pasaría ante la posibilidad de que el PNV fuera desalojado de Ajuria Enea. ¿Perdería para siempre su hegemonía? Las sátiras de Vaya Semanita dan a entender que existe una red clientelar del PNV.
Esto es muy importante. Es necesario la alternancia, el cambio y el desalojo del PNV para llevar a la sociedad vasca a mirar más allá del nacionalismo, de los conceptos arcaicos de nación y de egoísmo, mirar a la solidaridad, al progreso por entero de la sociedad. Y sobre todo, de ese victimismo que hace gala el nacionalismo para sostenerse en el poder, porque simplemente, ya no saben aportar nada a Euskadi.
EA es necesaria para ese cambio que propones. Por eso es una buena noticia. Bai, ahal dugu!
ResponderEliminar¿Y podría ser posible una coalición entre EA y el PSE?
ResponderEliminarQuizá sería una formula más que interesante..., me gustaría mucho que ganaseis las elecciones en Euskadi... Estaría bien un cambio político, siempre y cuando no venga de la mano de Rosa Díez (cuya formación no tuvo a penas votos en Euskadi, y es que allí ya conocen la calaña del partido personalista de esta persona).
Y espero el batacazo de EB, porque es inconcebible los pactos que mantiene para la gobernación de Euskadi y por otro lado junto con las formaciones abertzales simpatizantes con el terrorismo. Porque en el electorado de IU no entendemos estas posturas de nuestros compañeros vascos.
Suerte para Patxi López!