Con el correr de los años, la democracia ha logrado asentarse en España. La sociedad ha dejado atrás los tiempos en los que las diferencias políticas se decidían a palos. Poco a poco, el mundo cambia, llega nueva gente y nuevas ideas. Cada año que pasa crece el sentimiento republicano: los jóvenes son republicanos.
El rey Juan Carlos ha disfrutado de su corona por sucesión de Franco, la ha mantenido aun cuando en sus inicios le llamaban el Breve, y gracias a su comportamiento en el golpe de Tejero consiguió que los españoles consideraran la Constitución, la democracia y la monarquía, como un todo necesario. Se dotó de una legitimidad carismática, se “ganó” el trono. Pero eso sólo le afecta a él, no al resto de su progenie.
En Reino Unido la monarquía no está exenta del trato que la prensa debe dar a todo en búsqueda de la verdad y del negocio: despiadado. Tanto es así que sus errores la han dañado profundamente. Aquí en España eso no se da, y cuando se eleva una dosis de humor como El Jueves respecto a los príncipes de Asturias se les acusa de ultraje a la Corona y se les secuestra el número. La monarquía es intocable. No.
La monarquía actual siempre se ha mantenido una escala más arriba del debate y la lucha política. Pero la polémica de la reina ha tumbado este principio. Ha mostrado que la familia real no sólo tiene privilegios, tiene unos deberes, que en este caso no ha cumplido. Y con pesar, la libertad de expresión les está muy restringida.
Así que la república cumple una nueva función: dar el nuevo paso de la sociedad española hacia el futuro, y a la vez liberar a una familia de las limitaciones de la libertad a las que están impuestas.
Y esa república será por fin para una sociedad libre, avanzada y democrática, sin necesidad de volver a recurrir a los palos de otros tiempos.
"Instrúyanse, porque necesitaremos toda vuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda vuestra fuerza". Antonio Gramsci, Fundador del Partido Comunista Italiano
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Dos datos a considerar...
ResponderEliminar1) La Monarquía Española nada tiene que ver con la Británica. Ni punto de comparación.
2) El pueblo español votó democráticamente una Constitución que ratificaba la existencia de una monarquía y una corona.
Ajá... pero también existió un régimen republicano, y que yo sepa en la Transición no se pudo debatir si monarquía o república. Pero sé que no era el momento, por el problema militar. Pero como ese problema ya ha pasado, podemos plantearlo.
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