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jueves, 6 de noviembre de 2008

Lo que el mundo espera


62,4 millones de votos y 364 delegados electorales de Barack Obama, sobre 55,4 millones de votos y 172 delegados de McCain, hablan por sí solos: la era Bush acaba en Bush. La muerte del capitalismo salvaje es la muerte electoral e ideológica de sus defensores, allí y aquí.

Pasada la larga campaña, lo cierto es que ha despertado las pasiones de millones de personas, no sólo en Estados Unidos. Su ya famoso lema Yes, we can, se ha repetido en todo el planeta, incluso Walter Veltroni lo usó en su campaña electoral como Si può fare.

¡Socialista! Le llegaron a acusar. A los socialistas eso nos ha producido cuanto menos una leve sonrisa. ¿Socialista? Esa palabra allí es lo mismo a soviético. El Partido Demócrata no es una ideología única, como tampoco lo es el Partido Republicano. Sabemos que cada uno tiene mayoritariamente una ideología vaga de progresismo o conservadurismo, pero incluso los demócratas tienen conservadores como Lieberman, o hasta McCain pertenecía los reformistas del Grand Old Party. Lo que los Estados Unidos sí demuestran es, que al contrario que en Europa, que pensamos mucho en la ideología para votar, ellos votan al candidato por su imagen, su carrera o su vida. McCain era el candidato perfecto de héroe de guerra, tan apreciado en Estados Unidos. Obama el símbolo del sueño americano. Igual en las elecciones de representantes o senadores, es muy importante conocer al candidato, sus actos, lo que ha votado o no, para darle el voto. No la ideología, allí el partido no es tan importante. Para volver a poner como ejemplo a Lieberman, se presentó como senador por el Partido Demócrata y ganó. Se presentó en 2006 como independiente al mismo puesto y ganó. Le votaban a él, no al partido. ¿Aquí en España se votaría a Zapatero si se presentara como independiente? El 95% de afroamericanos, el 66% de hispanos, han votado a Obama. No me creo que tanta gente sea progresista, tampoco me creo que el 55% de blancos que han votado a McCain sean conservadores: votan a la persona. Y contra la otra persona. “Votaré a McCain porque es un asesino de niños”, así resumía un estadounidense la definición del aborto y por qué apoyaba a McCain.

Obama es estadounidense, seguramente tenga muy en cuenta los intereses de su país. Los intereses de su país son casi siempre contrarios a los intereses del resto de ciudadanos que no son estadounidenses. Por ejemplo no habrá matrimonio del mismo sexo a nivel federal (California además se ha pronunciado en contra por votación popular). Sí será muy interesante si llega a cumplir sus promesas en materia de energía limpia o la tasa sobre las petroleras para financiar el consumo de las familias y la atención sanitaria. Pero no podemos tener, y muchos menos la izquierda, muchas esperanzas en Obama, porque seguramente lleve alguna decisión que no guste, que defraude. ¡Es normal! Clinton también defraudó. Lo positivo de la vuelta de los demócratas al poder será demostrar a la derecha paleoliberal que hay que llevarse bien con el resto del mundo, y esto incluye a España. Y a la derecha paleoliberal de España, que el apoyo de Zapatero a alguien no le hace perder las elecciones. Eso ya no lo han repetido, mira qué curioso. Hipócritas incorregibles.

También no podemos olvidar algo: Estados Unidos está en crisis, y con él el resto del mundo, y en decadencia como única superpotencia. A mí no me gusta ni la hegemonía americana ni la futura hegemonía china o lo que pueda suceder, pero la verdad universal no se halla en un Occidente controlado por Estados Unidos, como tampoco en un dominio de una dictadura de comunismo ficticio.

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