En el hospital Carlos III de Madrid, y además en colegios, clubes o asociaciones de enfermos del SIDA, se está repartiendo una guía titulada Adolescentes frente al sida: preguntas con respuestas, editado por la Fundación Investigación y Educación en SIDA (IES), presentado como dependiente del servicio de enfermedades infecciosas de dicho hospital.
Según dice la guía, se apoya en mensajes “rigurosos y avalados por datos científicos, sin dar cabida a opiniones”. Esta guía, lejos de toda ciencia y racionalidad, se dedica a defender “amor verdadero”, basado en la castidad y fidelidad. Se condenan la masturbación, la promiscuidad o el aborto. Hay una perla, que dice: “La homosexualidad se asocia con mayor frecuencia al contagio de enfermedades de transmisión sexual y trastornos mentales. Aunque hay que ser comprensivo e intentar ayudar a las personas con hábitos homosexuales, en lo posible hay que ayudarles a solucionar su alteración conductual”. Esta guía la han elaborado y firmados médicos del servicio de enfermedades infecciosas del hospital. El hospital, para defenderse, niega cualquier vinculación, pero, según desvela El País, “la web de esta organización está encabezada por los logotipos de este hospital y el de la Comunidad de Madrid. Además, en la página aparecen la descripción del hospital público, su teléfono y su dirección”. El hospital declara que esta guía se desconocía y por tanto “no suscribe”. Pues sí que tienen un buen control.
Uno de los médicos explica la guía: “Una evidencia de padres de familia, pero al final es todo evidencia científica. La guía se basa totalmente en evidencias científicas. Que los homosexuales tengan mayor frecuencia en problemas mentales que los heterosexuales también es una evidencia que psicólogos y psiquiatras han constatado. Aunque esto, en principio, no tiene relación con la transmisión sexual del sida, y lo único que nos indica es que debemos extremar la calidad de nuestro trato”.
Sigue la guía:
- Lo mejor para prevenir el VIH es el “amor verdadero”.
- “Desde el punto de vista médico, hombre y mujer están llamados a unirse, a ser heterosexuales, bajo las condiciones de su anatomía y de su psicología”.
- “Actitudes que sólo persiguen la satisfacción personal del instinto sexual, con la búsqueda de placer con uno mismo (masturbación) o con otra persona, suelen deteriorar la grandeza de la sexualidad humana”.
- “Aunque algunas legislaciones, como la española, permiten el aborto en determinados supuestos, desde el punto de vista biológico el aborto no es sino acabar con la vida de un ser humano en el seno de su madre”.
Esto no tiene evidencias científicas, esto es un panfleto y un insulto para las personas que sean homosexuales, tengan SIDA, o se masturben. Y si fuera por ese último punto, la proporción de indignados debería ser abrumadora, por poner una nota de humor. Es muy bonito la fidelidad, pero ésa es una convención social, no científica. El trato que se da a la homosexualidad es exactamente idéntico al que lanza la propaganda y demagogia de la Iglesia, “respeto”, pero hay que sacarlos de ese pozo. Hace poco más de un año pude leer un libro de un autor mexicano, “Juventud en Éxtasis 2”, y encontré planteamientos parecidos. Toda frustración en el plano sexual desemboca en la homosexualidad, identificado como el abismo, lo peor a lo que puede llegar la persona. ¡Hasta la masturbación llevaba a ello! Incluso cualquier acto, incluso heterosexual, si te pasas, también te lleva a ello. Esa “comprensión”, ni es tal, ni es respeto, ni es nada, es homofobia. Ésa sí que es una patología, un vestigio del pasado y una absoluta falta de respeto al género humano.
¿Por qué no hay un control riguroso de las guías que se dan para la salud? ¿Qué hace el hospital? ¿Qué hace la Comunidad de Madrid?
Según dice la guía, se apoya en mensajes “rigurosos y avalados por datos científicos, sin dar cabida a opiniones”. Esta guía, lejos de toda ciencia y racionalidad, se dedica a defender “amor verdadero”, basado en la castidad y fidelidad. Se condenan la masturbación, la promiscuidad o el aborto. Hay una perla, que dice: “La homosexualidad se asocia con mayor frecuencia al contagio de enfermedades de transmisión sexual y trastornos mentales. Aunque hay que ser comprensivo e intentar ayudar a las personas con hábitos homosexuales, en lo posible hay que ayudarles a solucionar su alteración conductual”. Esta guía la han elaborado y firmados médicos del servicio de enfermedades infecciosas del hospital. El hospital, para defenderse, niega cualquier vinculación, pero, según desvela El País, “la web de esta organización está encabezada por los logotipos de este hospital y el de la Comunidad de Madrid. Además, en la página aparecen la descripción del hospital público, su teléfono y su dirección”. El hospital declara que esta guía se desconocía y por tanto “no suscribe”. Pues sí que tienen un buen control.
Uno de los médicos explica la guía: “Una evidencia de padres de familia, pero al final es todo evidencia científica. La guía se basa totalmente en evidencias científicas. Que los homosexuales tengan mayor frecuencia en problemas mentales que los heterosexuales también es una evidencia que psicólogos y psiquiatras han constatado. Aunque esto, en principio, no tiene relación con la transmisión sexual del sida, y lo único que nos indica es que debemos extremar la calidad de nuestro trato”.
Sigue la guía:
- Lo mejor para prevenir el VIH es el “amor verdadero”.
- “Desde el punto de vista médico, hombre y mujer están llamados a unirse, a ser heterosexuales, bajo las condiciones de su anatomía y de su psicología”.
- “Actitudes que sólo persiguen la satisfacción personal del instinto sexual, con la búsqueda de placer con uno mismo (masturbación) o con otra persona, suelen deteriorar la grandeza de la sexualidad humana”.
- “Aunque algunas legislaciones, como la española, permiten el aborto en determinados supuestos, desde el punto de vista biológico el aborto no es sino acabar con la vida de un ser humano en el seno de su madre”.
Esto no tiene evidencias científicas, esto es un panfleto y un insulto para las personas que sean homosexuales, tengan SIDA, o se masturben. Y si fuera por ese último punto, la proporción de indignados debería ser abrumadora, por poner una nota de humor. Es muy bonito la fidelidad, pero ésa es una convención social, no científica. El trato que se da a la homosexualidad es exactamente idéntico al que lanza la propaganda y demagogia de la Iglesia, “respeto”, pero hay que sacarlos de ese pozo. Hace poco más de un año pude leer un libro de un autor mexicano, “Juventud en Éxtasis 2”, y encontré planteamientos parecidos. Toda frustración en el plano sexual desemboca en la homosexualidad, identificado como el abismo, lo peor a lo que puede llegar la persona. ¡Hasta la masturbación llevaba a ello! Incluso cualquier acto, incluso heterosexual, si te pasas, también te lleva a ello. Esa “comprensión”, ni es tal, ni es respeto, ni es nada, es homofobia. Ésa sí que es una patología, un vestigio del pasado y una absoluta falta de respeto al género humano.
¿Por qué no hay un control riguroso de las guías que se dan para la salud? ¿Qué hace el hospital? ¿Qué hace la Comunidad de Madrid?
vaya bichos. Para que luego Esperanza y Compañía digan que Zapatero inculca una ideología con Educación a la Ciudadanía. Lo peor es que en Madrid sigue habiendo mucho borrego. Saludos
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