Hoy, la socialdemocracia se presenta sin una coordinación internacional, sin una fortaleza en su discurso que le posibilite recuperar la hegemonía, y con el desprestigio de una clase dirigente que ha perdido la credibilidad, más centrada en el poder por el poder, sin capacidad de dar una respuesta. La realidad es palpable, la izquierda es crítica: al partido socialista que no es capaz de dar propuestas creíbles, es sistemáticamente apartado del poder. ¿La socialdemocracia polaca? Hundida por la corrupción. ¿El laborismo israelí? Hundido por el poder a toda costa. ¿La izquierda italiana? Atrapada por el berlusconismo. ¿La izquierda francesa? Dividida por los liderazgos. ¿La socialdemocracia alemana? Aún sin ser capaz de salir de su propia crisis.
Estos partidos, algunos de los cuales cumplen o sobrepasan el siglo, están en horas bajas. ¿Qué fue el SPD alemán sino el guía del resto de partidos socialistas? ¿Dónde está hoy? El socialismo gobernante se reduce en Europa; en América Latina, sin embargo, triunfa. ¿Y por qué triunfa? Porque sabe tener respuestas a los problemas, porque encarnan una generación política que no ha estado en el poder, porque son la última esperanza de aquellos que han estado discriminados secularmente. ¿Qué tendrá que hacer la socialdemocracia europea?
El poder demuestra ser muy peligroso. Es imprescindible para actuar y cambiar, pero es una tentación continua, porque todo poder tiende al abuso. Como dije, la izquierda es crítica, y no duda en retirar apoyo a la izquierda política que abuse del poder, máxime cuando con ese poder pretende perpetuarse sin cambiar las estructuras del sistema a mejor.
¿Hay hoy libertad, libertad de verdad? Cuando el movimiento que ha luchado todas las décadas pasadas por la libertad ha sido traicionado, ha dejado a la sociedad huérfana de esa esperanza de libertad. ¿Acaso no se pretende ver que sólo existen dos opciones, una que conserva y otra que pretende progresar? ¿Pero es cierto eso? ¿Hacia dónde se progresa? El sistema va perpetuándose, y en suma quizás es bueno, pero está perpetuando los errores y vicios. ¿No será quizás que perpetúa una elite cerrada que teme ser desplazada? Toda elite teme ser desplazada, incluso la que antaño tuvo ideas muy progresistas. Están atrapados entre lo viejo y lo nuevo. Pero ya hay caso histórico: los partidos liberales progresistas fueron desplazados por los socialistas, y sus cuadros tuvieron que optar entre mantenerse o fundirse con los otros cuadros conservadores. Y muchos optaron por esa segunda vía. ¿No estará pasando ahora lo mismo?
Hoy, cada día es una manipulación de las mentes de los ciudadanos para intentar hacerlos llevar a donde quieren: a la tranquilidad, a la incertidumbre, al miedo… sí, al miedo. Terrorismo, crisis económica… y se quiere dar legitimidad a la reducción de los derechos: leyes “patrióticas”, despido libre… el ciudadano medio está desamparado ante esta escalada de regresión. ¿Es que no hay otro camino?
Y ahí los partidos socialdemócratas, los viejos adalides de la libertad del movimiento obrero, tienen que elegir si seguir en la lucha por la libertad o verse abrumados por estas circunstancias y, en suma, desaparecer.
Tal como dices la socialdemcoracia europea no está en las mejores condiciones para enfrentarse a su mayor reto, la posibilidad de salir de esta crisis con un orden mundial de carácter socialdemocráta, es decir crear un Consenso de Washington, pero ya no neoliberalista, sino socialdemocráta.
ResponderEliminarG.Tortella dijo en un libro que la auténtica revolución del siglo XX, fue la revolución socialdemocráta, pues se introdujeron avances como la reducción jornada, protección laboral,subsidios de desempleo... que han dado lugar al Estado del Bienestar.
Pues bien, ahora en el nuevo siglo, otra vez precisamos de esa "revolución socialdemocráta", para crear un orden mundial más equitativo, apoyado en la justicia social, protegiendo a los más débiles, y además deberá hacer frente sin duda a la lucha por la supervivencia del Estado del Bienestar, puesto que las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de la población hacen peligrar el sistema de pensiones, y el resto de prestaciones a los más vulnerables. Pero para ello debe superar sus defectos y vicios los cuáleshas expuesto con brillantez
Buscaré ese libro de Tortella. Ciertamente, la socialdemocracia ha tenido éxito. Por eso mismo, puede morir de éxito, ya que puede no ser capaz de dar el siguiente paso y seguir dando propuestas. Hay propuestas y hay gente dispuesta a hacerlas, pero no parecen estar entre los que mueven los hilos.
ResponderEliminarUn saludo
El libro es "La revolución del siglo XX" editado por Taurus.
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