Resultados:
CDU/CSU (democristianos): 37,9% y 42 diputados (-7)
SPD (socialdemócratas): 20,8% y 23 diputados
Verdes: 12,1% y 14 diputados (+1)
FDP (liberales): 11% y 12 diputados (+5)
La Izquierda: 7,6% y 8 diputados (+1)
ÖVP (democristianos): 30% y 6 diputados
SPÖ (socialdemócratas): 23,8% y 4 diputados (-3)
Lista Martin (anticorrupción): 17,7% y 3 diputados (+1)
FPÖ (extrema derecha): 12,8% y 2 diputados (+1)
Verdes: 9,7% y 2 diputados
Las elecciones en Alemania han desgastado a los dos grandes partidos de la coalición de Gobierno, sobre todo al democristiano. Pero el Partido Socialdemócrata repite los bajos resultados de 2004 y no recupera el terreno perdido. En su lugar mejoran los pequeños partidos. El Partido Liberal se beneficia de la caída conservadora, los Verdes y La Izquierda siguen al alza, aunque es de destacar que estos últimos, como el NPA francés, han resultado teniendo unos resultados modestos que los que los sondeos les otorgaban. Apenas un punto y un diputado mejoran los resultados de los antiguos poscomunistas.
Es curioso que en plena crisis del modelo neoliberal los liberales han tenido su mejor resultado en años, con un discurso instalado en el neoliberalismo, el recorte de las ayudas sociales y en la desregulación del mercado. ¿Han subido por ese discurso o por castigo hacia los dos grandes partidos?
Según los sondeos, el SPD se mueve en una media del 25%. Los democristianos permanecen entre un 35-37%, repitiendo los resultados de 2005. Los Verdes quedan por encima del 10%, pero a los liberales les otorgan el 14% de los votos. A Angela Merkel le beneficia esta subida de los liberales para formar Gobierno con ellos tras las próximas elecciones, sin recurrir a los socialdemócratas. En la izquierda, la división y el recelo con los de Lafontaine juegan a favor de Merkel. El giro a la izquierda del SPD parece haber frenado el auge de La Izquierda pero no devolverles la mayoría de los apoyos. Los sondeos les dan los resultados más bajos desde la creación de la República Federal, la participación en el Gobierno les arrebata la credibilidad del discurso de izquierda.
Aunque un giro político en el Gobierno, ¿cómo sería visto? El Ejecutivo de Merkel no se ha alejado de la política económica de Schröder. Incluso tuvo que renunciar al discurso neoliberal que usó en su etapa en la oposición y mantener la intervención en la economía, sin la cual los datos económicos serían aún peores. Es la socialdemocracia light, intervención en los momentos críticos pero volver al antiguo discurso cuando la coyuntura sea favorable. ¿Quizás eso venga marcado con la entrada de los liberales al Gobierno tras las próximas elecciones?
Los Verdes, por su parte, coquetea con los democristianos. Gobiernan con ellos en Hamburgo. También Merkel piensa en ellos para incluirlos en el Gobierno, si con los liberales no hay mayoría. Están en el mismo dilema que los Verdes de Valonia, y en peor situación han quedado los Verdes de Irlanda.
Hay recientemente muchos artículos escritos donde se defiende una alianza de la socialdemocracia europea con los liberales para hacer frente a los conservadores. Los partidos liberales son una amalgama, un poco de un lado y un poco del otro. En Reino Unido mantienen un discurso social que a veces les pone a la izquierda de los laboristas, pero en Alemania el actual FDP es un fiel seguidor del libre mercado, muy alejado de los liberales que en su día gobernaron con el SPD con Brandt y Schmidt.
El SPD ha quemado muchos líderes en los últimos años, no ha ganado länders por no llegar a acuerdos con La Izquierda. El SPD ha cumplido su ciclo de Gobierno, le toca regenerar su discurso en la oposición. Mantenerse en el Gobierno a toda costa, pactando con los partidos conservadores, como le ocurre en Holanda, en Luxemburgo o en los países bálticos no le depara ningún futuro prometedor. La alternancia se quiebra, su discurso cae en saco roto, a su izquierda y derecha crecen partidos alternativos.
En Austria los resultados han castigado a los socialdemócratas, a la cabeza del Ejecutivo. Sus socios, los democristianos han sufrido también una pérdida, pero menor, y mantienen sus resultados, aunque ganando el primer puesto. El FPÖ dobla sus resultados y supera a los viejos seguidores de Haider (el BZÖ), que se quedan sin representación. Sin embargo, la tercera posición se reserva a la Lista Martin, una candidatura contra la corrupción y la transparencia. Es un método más de castigo a las grandes formaciones, pues en las elecciones legislativas de 2006 se quedó por debajo del 3%. Sin embargo, es una formación muy parecida a la Italia de los Valores de Di Pietro (UPyD está en negociaciones para formar un grupo propio con Di Pietro, podrían encontrar en la Lista Martin un aliado más para poder formarlo).
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