Hoy quiero situar mi vista un poco más allá de los recortes del Gobierno español o de las idas y venidas con el caso Garzón, hoy quiero llegar a la antigua Siam.
Actualmente se está recrudeciendo el conflicto entre los “camisas rojas” y el Gobierno de Tailandia. Las promesas de negociaciones y de paz se van violentando repetidamente y el Gobierno no duda en usar a las fuerzas del orden público para mantener a raya a los manifestantes y sus reivindicaciones. En esos enfrentamientos se cuentan ya demasiados muertos y heridos.
Pero, ¿quién está en el Gobierno de Tailandia? ¿Quién le apoya? ¿Quiénes son los “camisas rojas”? ¿Por qué se degrada la vida política y social tailandesa?
A principios de los años 90 en Tailandia se dio fin a la época inestable de golpes de Estado. El crecimiento económico vino acompañado de una década de estabilidad y desarrollo de la democracia parlamentaria. En 1997 la crisis financiera asiática afectó también a Tailandia y las condiciones de vida de las clases populares urbanas y campesinas empeoraron. Sobre esta situación, el empresario Thaksin Shinawatra ganó las elecciones con su partido Thai Rak Thai, con un mensaje populista. La vida política se tensionó por la resistencia de las clases medias y altas a la política de Shinawatra, tendente a favorecer a las clases populares, la base de su apoyo electoral. Se le acusó de corrupción, de violación de los derechos civiles, limitación de la libertad de prensa, etcétera.
Sólo consiguieron apartarle del poder con el golpe de Estado del 19 de septiembre de 2006, cuando el primer ministro estaba en Naciones Unidas. El golpe, realizado por el ejército, fue legitimado por el rey Bhumidol Adulyadej con la creación de una junta militar (Consejo para la Reforma Democrática o Consejo de Seguridad Nacional) compuesta por el jefe del ejército, de las fuerzas aéreas y de la policía. Los apoyos sociales al golpe (un 83% según una encuesta del 20 de septiembre) venían de las clases medias y altas, agrupadas en la Alianza del Pueblo para la Democracia (APD).
La junta militar se dio el objetivo de elaborar una nueva Constitución más clara para el control de la labor del ejecutivo, nombró a un primer ministro interino y convocó elecciones, celebradas en diciembre de 2007, para volver a la “normalidad”. Éstas dieron la victoria, con 233 de 480 diputados, al Partido del Poder del Pueblo (PPP), el heredero del Thai Rak Thai, ilegalizado por la junta militar. Samak Sundaravej, considerado títere de Shinawatra, formó el nuevo gobierno constitucional.
La crisis política no se detuvo con las nuevas elecciones y una nueva normalidad constitucional. La Alianza del Pueblo para la Democracia, los “Camisas Amarillas”, siguió movilizándose para exigir el cese del primer ministro. Exigían una reforma de la nueva Constitución que hiciera que el 70% de los escaños fueran designados para evitar nuevas victorias de partidos populistas.
El 9 de septiembre de 2008 el Tribunal Constitucional inhabilitó a Sundaravej como primer ministro por realizar actividades privada retribuidas durante su mandato. Tras presiones del partido gobernante por volver a proponerlo como primer ministro, finalmente eligieron a Somchai Wongsawat, cuñado de Shinawatra. Esa circunstancia le hacía inaceptable para la APD, que exigía el nombramiento de cualquier candidato, mientras no fuera del partido mayoritario. La APD mantuvo su movilización en las calles de la capital tailandesa, Bangkok, reprimidas por la policía muy duramente, con unos pocos muertos y cientos de heridos. Ante la gravedad de la situación y las declaraciones del jefe del ejército de convocar nuevas elecciones, el primer ministro Wongsawat decretó el estado de excepción en dos aeropuertos donde los manifestantes desarrollaban sus movilizaciones.
Como con el anterior primer ministro Sundaravej, fue el Tribunal Constitucional el que volvió a inhabilitar a un primer ministro, a varios cargos del gobierno y a ilegalizar al PPP por cometer fraude electoral en 2007. Abhisit Vejjajiva, del opositor Partido Democrático de Tailandia, formó una nueva mayoría parlamentaria con partidos aliados del anterior gobierno y fue elegido nuevo primer ministro en diciembre de 2008. Las manifestaciones de la APD en el parlamento y en los aeropuertos finalizaron. Ya estaban satisfechos.
Pero esta victoria de la oposición no ha sido aceptada por los seguidores de Shinawatra. El Frente Unido Nacional por la Democracia contra la Dictadura, o “Camisas Rojas”, como se les conoce, vinculado al Pheu Thai (el nuevo partido seguidor del PPP y del Thai Rak Thai), comenzaron a movilizarse en abril de 2009 exigiendo el fin de la interferencia de los militares en la vida política, realizar nuevas elecciones generales y en aceptar el resultado que salga de ella. Se manifestaron frente a la sede del gobierno, de la IV cumbre de Asia Oriental y en la ciudad de Bangkok intensificaron sus protestas con la toma de calles y la quema de automóviles. El primer ministro Vejjajiva tuvo que declarar el estado de excepción en la capital tailandesa en abril de 2010 y en censurar a los medios de comunicación.
En los últimos días se ha intentado llegar a un acuerdo entre el Gobierno y los Camisas Rojas. El acuerdo consistiría en el fin de la violencia y en la celebración de elecciones generales para noviembre de este año. Pero la APD, los Camisas Amarillas, se negó a aceptar el acuerdo, exigían la declaración de la ley marcial para que se mantuviera el orden en la capital y retiraron su apoyo a Vejjajiva por llegar a un acuerdo con la oposición. Los Camisas Rojas se negaron a levantar su ocupación de la capital hasta que no hubiera un decreto de disolución del Parlamento y convocatoria de nuevas elecciones y los enfrentamientos con la policía y el ejército continuaron, con varios muertos y heridos. Las protestas se extendieron por el país y se tuvo que declarar el estado de excepción al norte y noreste del país. Desde marzo ha habido más de 50 muertos y más de mil heridos. El Gobierno no cede y los Camisas Rojas siguen pidiendo el alto el fuego para volver a negociar, con la mediación de la ONU y del rey tailandés.
De momento, así han quedado las cosas y aún no se sabe qué pasará, si el ejército intervendrá para acabar con la ocupación de parte de la capital por los opositores o si las negociaciones se reanudarán. Desgraciadamente, los acontecimientos pueden empeorar, aún más si cabe, porque ni los Camisas Rojas o los Camisas Amarillas aceptan un acuerdo que no les satisfaga.
En Tailandia la pretensión de un régimen democrático encalla porque las élites no aceptan que los líderes de las masas populares (Camisas Rojas) les aparten del poder, ni las masas populares aceptan que las élites (Camisas Amarillas) nieguen la validez de las consultas electorales o intenten violentarlas con reformas encaminadas a mantener su control del sistema político. Con esas condiciones, es imposible la democracia. Hay un combate de élites por el control del poder: los cercanos a la monarquía, el ejército y el poder económico, frente a una élite subalterna apoyada en las reivindicaciones populares.
La verdad es que lo has explicado muy bien, creo que clarifica mucho la situación. Yo tengo un viaje previsto para Julio y la verdad es que la intertidumbre me mata, pero bueno, confío en que no antepongan todos los intereses políticos a las necesidades del resto del pueblo Tailandés que al final es el que está pagando las consecuencias de estas faltas de entendimiento y luchas de poder. Gracias! y saludos!
ResponderEliminarGracias por el comentario, Miriam. Hace poco el Gobierno de España recomendó no visitar Tailandia (no sé si han cambiado de opinión) y varias embajadas europeas han cerrado. Si vas te recomiendo no estar cerca de enfrentamiento y averiguar las zonas seguras del país para el turismo.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola a todos:...
ResponderEliminarAntes que nada les comento que el Ejercito ya tomo el control de la capital y detuvo a los lideres de las camisas rojas, sin embargo la zona financiera y de lujo del centro esta en tension (Ratchaprasong)y hasta fuego hay por lo que se decreto estado, de excepcion.... parece que esto no acaba.. x cierto gracias por el aporte la explicacion esta de 100 :-) .. Luis Sanchez
Javi gracias por la explicacion... me gusto mucho aunque sigo lamentando la situacion, es una pena que los lideres de los camisas rojas se hayan tenido que doblegar ante sus opresores!
ResponderEliminarPodrias hacer un recuento de lo que sucede en grecia??? es un tema que tambien se presta a ser subdemensionado por los medios de derecha y ultra derecha!
un abrazo