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viernes, 25 de abril de 2008

Cuando el liberalismo dejó entrar a la Iglesia

Cuando Aguirre se dice liberal y resulta que interviene de forma descarada en Telemadrid y ahora deja en manos de la Iglesia la sanidad, Montero Ríos debe estar revolviéndose en su tumba. Cuando se dice que en el partido conservador caben hasta socialdemócratas me pregunto: entonces, ¿yo qué soy? ¿Comunista?

Montero Ríos era el líder liberal más radical, un demócrata convencido…que acabó participando en la ficción parlamentaria de la Restauración. En su momento en el Sexenio llevó a cabo el matrimonio civil y el registro civil. ¡Y era católico de misa! Y sin embargo sus detractores más carcas lo llamaron Eugenio “Lutero” Ríos por atreverse a separar Estado e Iglesia.

Y poco más de un siglo después, una que se dice, y que no es, liberal, deshace el entuerto y vuelve a meter a la Iglesia. Nada menos que en la Sanidad, en los comités éticos decidiendo si los enfermos merecen o no cuidados paliativos, sedaciones o abortos.

Bueno, ¿nos sorprende? ¿Qué es de la educación madrileña? Pésima ¿Qué es de la vivienda pública madrileña? Especulación ¿Qué es de Telemadrid? Manipulación vergonzante.

Ahora tocaba una puntada más a la sanidad. Si ya ha construido hospitales gestionados de forma privada, si ya se ha encargado de desprestigiar todo un hospital como es el de Leganés, pues tocada dejar en manos de la Iglesia el sufrimiento de los pacientes.

¡Qué lejos quedan los tiempos en los que el liberalismo de verdad luchaba contra el control de la Iglesia! Primaba separar Estado e Iglesia para crear una nación de ciudadanos de conciencia libre. Ahora prima dar prebendas a los amigos e intentar idiotizar a toda una región.

¿Por qué la Iglesia católica? ¿Y por qué no un protestante? O un musulmán, o un judío. ¿Por qué una sola confesión? Ni uno ni todos: ninguno. La sanidad es sagrada, es patrimonio del Estado para la salud de los ciudadanos. La salud moral es en la Iglesia, que no puede decidir sobre la vida de los pacientes, eso compete a quien es médico de vidas y no pastor de almas.

¿Para esto se hicieron revoluciones? ¿Para el desmantelamiento de lo público y del Estado aconfesional? Que Dios nos coja confesados. Aguirre no es liberal, es mesiánica.

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