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miércoles, 16 de abril de 2008

Un país de ministras

¡Paradojas! La liberal Aguirre, esa mujer, y recalco lo de mujer, aparte de decirse defensora de los derechos civiles de los homosexuales, tiene el apoyo de la derecha mediática. Esa derecha mediática en cambio es homófoba y machista, dos de los lastres de la derecha.

El nuevo Gobierno de España despliega modernidad y dinamismo: mantener a los ministros más solventes, como Solbes, Rubalcaba, Bermejo, Cabrera, Salgado, Espinosa, Soria, Molina y Chacón; los nuevos como Corbacho, Garmendia, Aído, Corredor… son una apuesta de incidir especialmente en los terrenos de inmigración, de la ciencia y de la vivienda, todos problemas muy graves que se deben resolver cuanto antes. De Magdalena Álvarez y Sebastián, diré que Álvarez no durará toda la legislatura y de Sebastián que tiene mucha suerte de estrellarse en Madrid y llegar sano a una cartera. Ahora ya no será “¿Miguel quién?”

Lo que más me llama la atención es Carme Chacón como Ministra de Defensa: mujer, catalana y embarazada. Rompiendo barreras…y los nervios de la derecha más machista. Por otra parte, si la derecha se enfada, es que la izquierda lo hace bien: cuando Losantos alabe a alguien de la izquierda es para echarse a temblar, algo va mal. ¿Algún problema? Los socialistas catalanes ya tienen experiencia con los militares: Narcís Serra fue Ministro de Defensa con Felipe González. Por no decir que muchos españolistas se habrán revuelto en su sillón escuchando a Chacón decir “Viva España” o defender la España unida y plural: el discurso del socialismo español en toda su máxima expresión, la unión de la nación como garantía de la libertad y la solidaridad y el amor a esta nación de ciudadanos. Algo que esta derecha que nos toca tener no sabe aceptar.

Esa derecha mediática no ha cesado en dedicar a todas y cada una de las ministras descalificativos, el que más me causó repugnancia fue de uno en un periódico que no citaré, que decía que aceptaba a Chacón de “mascota” del ejército. Un simple misógino. Estos son los apoyos de la “lideresa” Aguirre.

Desde otra derecha, cruzando el mar y llegando a Italia, a la derecha recientemente victoriosa, Berlusconi declara que Zapatero tendrá problemas “para controlarlas”. Un Berlusconi que en campaña dijo que las mujeres de derechas son más bonitas que las de izquierdas (¿?), un Berlusconi que piensa que sin izquierda ni periodistas se viviría mejor (lo mismo pensaban Hitler, Franco y Mussolini, ¿casualidad?), un Berlusconi rehén de la extrema derecha separatista, racista y homófoba Liga Norte.

Pero por fin, demostrado a izquierda y derecha que Zapatero no es un espejismo, y que se sigue el camino de la socialdemocracia nórdica al bienestar, el Gobierno de España es, en verdad, de izquierdas, moderno y puntero. Como Escandinavia.

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