Esto no entra, o importa menos, en el campo ideológico o partidista, esto entra en el debate de la Historia y su veracidad. Lo que ha hecho Esperanza Aguirre es mentir, como historiador, o proyecto de historiador, hay que decirlo.
Hay que saber que las mentiras arrojadas por Esperanza Aguirre se encuadran en su concepto de “no rehuir el debate”. Si hay que debatir, vamos a hacerlo con la verdad por delante, no fusilando a la propia verdad.
Esperanza Aguirre está cruzando el Rubicón de la democracia, está volviendo a intentar calentar a sus bases para sostenerla en el poder cuando la economía no la sigue el juego, está radicalizando para sostener a sus votos, porque el PP sólo sabe mantenerse a base del desprecio.
Esperanza Aguirre se olvida de la ola de crímenes, de ambos bandos, cuyo objetivo era alentar a la confrontación. La presidenta de la Comunidad de Madrid se cree que hubo buenos y malos. No. Los violentos fueron unos canallas, por odio a la República, bien por querer la revolución libertaria bien por la involución política. Ante esto, los políticos se vieron desbordados, demasiado débiles eran los políticos liberales de entonces para controlar a unas masas que, por otra parte, estaban saliendo de los siglos de opresión a los que el absolutismo y las monarquías liberales les habían anclado, en la miseria y en la impotencia.
¿Cree Aguirre que unas masas necesitadas de mejora en sus lamentables condiciones de vida se iban a quedar quietas ante el impasse liberal? Esperanza Aguirre no comprende que los políticos de esas dos Españas en ebullición no fueron capaces de llegar a un acuerdo, no comprende que se estaba saliendo de una monarquía desprestigiada, de una Dictadura regeneracionista fracasada y de un sistema canovista corrupto. Unos querían lo anterior, y no cedieron, otros querían el progreso, y tampoco tuvieron la capacidad de controlar a sus masas. ¿Cómo se atreve Esperanza Aguirre de culpar al Partido Socialista de tener un “pasado violento”?
El Partido Popular no nació en democracia, como pretende hacerse creer y hacernos creer Aguirre, la Alianza Popular nació en 1976 como propósito de recoger el franquismo sociológico por parte de Manuel Fraga. El que decidieran reconvertirse en un partido de centro derecha, aunque le conlleve tensiones en su seno, es algo que todos debemos celebrar: la derecha ha interiorizado por fin la democracia. Y la izquierda lo mismo, tanto PCE como PSOE aceptaron y colaboraron en la Constitución y en la Monarquía porque el momento lo necesitaba, y todos construyeron y mantuvieron la democracia de la que todos debemos estar orgullosos.
No es indigno para la derecha que su gran partido haya nacido antes de la democracia, no es indigno que recoja viejas ideas. Para el Partido Socialista es un orgullo tener una historia de 129 años cuyos objetivos han sido siempre la democracia y la emancipación del proletariado de las violaciones a las que eran sometidos, contra un sistema caciquil y unos políticos incapaces.
Quizás la derecha aún le duela no tener una historia de lucha por el progreso material de los españoles. Entonces, lo que muestra el Partido Popular es el reconocimiento de su nula historia por España, pero queda mucho de generaciones humanas y de España y ya tendrán tiempo para enmendar su camino.
Dato histórico: dudo que Calvo Sotelo, líder de un partido de 12 escaños, frente a la CEDA con 87, pueda ser calificado de jefe de la oposición frente a Gil-Robles. Esperanza Aguirre tiene las mismas ideas que acerca de la pintora Sara Mago. En todo caso, uno de los líderes de la oposición de derecha antirrepublicana (había también Agrarios y Tradicionalistas, aparte de los republicanos Radicales y Centristas…)
Contiene la Wikipedia: "Ya antes de que se convocasen las elecciones de 1936 Calvo Sotelo pensó que era muy posible que se perdieran, y que en tal caso se produjera una sublevación militar, por lo que mantuvo una entrevista con Franco en la que le pidió que los militares se alzasen antes de la consulta electoral. "Yo lo que creo es que, en resumidas cuentas, el Ejército debe soportar lo que salga de las urnas", fue la respuesta del general".[20] Esto de Sáinz Rodríguez, Testimonio, pp. 339-340. Cuando Aguirre o sus asesores sepan de historia, que hable entonces.
Hay que saber que las mentiras arrojadas por Esperanza Aguirre se encuadran en su concepto de “no rehuir el debate”. Si hay que debatir, vamos a hacerlo con la verdad por delante, no fusilando a la propia verdad.
Esperanza Aguirre está cruzando el Rubicón de la democracia, está volviendo a intentar calentar a sus bases para sostenerla en el poder cuando la economía no la sigue el juego, está radicalizando para sostener a sus votos, porque el PP sólo sabe mantenerse a base del desprecio.
Esperanza Aguirre se olvida de la ola de crímenes, de ambos bandos, cuyo objetivo era alentar a la confrontación. La presidenta de la Comunidad de Madrid se cree que hubo buenos y malos. No. Los violentos fueron unos canallas, por odio a la República, bien por querer la revolución libertaria bien por la involución política. Ante esto, los políticos se vieron desbordados, demasiado débiles eran los políticos liberales de entonces para controlar a unas masas que, por otra parte, estaban saliendo de los siglos de opresión a los que el absolutismo y las monarquías liberales les habían anclado, en la miseria y en la impotencia.
¿Cree Aguirre que unas masas necesitadas de mejora en sus lamentables condiciones de vida se iban a quedar quietas ante el impasse liberal? Esperanza Aguirre no comprende que los políticos de esas dos Españas en ebullición no fueron capaces de llegar a un acuerdo, no comprende que se estaba saliendo de una monarquía desprestigiada, de una Dictadura regeneracionista fracasada y de un sistema canovista corrupto. Unos querían lo anterior, y no cedieron, otros querían el progreso, y tampoco tuvieron la capacidad de controlar a sus masas. ¿Cómo se atreve Esperanza Aguirre de culpar al Partido Socialista de tener un “pasado violento”?
El Partido Popular no nació en democracia, como pretende hacerse creer y hacernos creer Aguirre, la Alianza Popular nació en 1976 como propósito de recoger el franquismo sociológico por parte de Manuel Fraga. El que decidieran reconvertirse en un partido de centro derecha, aunque le conlleve tensiones en su seno, es algo que todos debemos celebrar: la derecha ha interiorizado por fin la democracia. Y la izquierda lo mismo, tanto PCE como PSOE aceptaron y colaboraron en la Constitución y en la Monarquía porque el momento lo necesitaba, y todos construyeron y mantuvieron la democracia de la que todos debemos estar orgullosos.
No es indigno para la derecha que su gran partido haya nacido antes de la democracia, no es indigno que recoja viejas ideas. Para el Partido Socialista es un orgullo tener una historia de 129 años cuyos objetivos han sido siempre la democracia y la emancipación del proletariado de las violaciones a las que eran sometidos, contra un sistema caciquil y unos políticos incapaces.
Quizás la derecha aún le duela no tener una historia de lucha por el progreso material de los españoles. Entonces, lo que muestra el Partido Popular es el reconocimiento de su nula historia por España, pero queda mucho de generaciones humanas y de España y ya tendrán tiempo para enmendar su camino.
Dato histórico: dudo que Calvo Sotelo, líder de un partido de 12 escaños, frente a la CEDA con 87, pueda ser calificado de jefe de la oposición frente a Gil-Robles. Esperanza Aguirre tiene las mismas ideas que acerca de la pintora Sara Mago. En todo caso, uno de los líderes de la oposición de derecha antirrepublicana (había también Agrarios y Tradicionalistas, aparte de los republicanos Radicales y Centristas…)
Contiene la Wikipedia: "Ya antes de que se convocasen las elecciones de 1936 Calvo Sotelo pensó que era muy posible que se perdieran, y que en tal caso se produjera una sublevación militar, por lo que mantuvo una entrevista con Franco en la que le pidió que los militares se alzasen antes de la consulta electoral. "Yo lo que creo es que, en resumidas cuentas, el Ejército debe soportar lo que salga de las urnas", fue la respuesta del general".[20] Esto de Sáinz Rodríguez, Testimonio, pp. 339-340. Cuando Aguirre o sus asesores sepan de historia, que hable entonces.
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