Los conservadores han vuelto a iniciar otra campaña de acoso y derribo, esta vez contra Joan Tardà, diputado de ERC. Si bien es cierto que sus palabras son completamente inadmisibles, además de sin sentido histórico (luego diré por qué), la polémica no es tal, sino que es otra cortina de humo contra el verdadero problema que de verdad es relevante: Esperanza Aguirre huyó. Los conservadores han admitido implícitamente que la imagen dada por Aguirre ha sido tan cobarde que no piensan descansar hasta que lo olvidemos. Piensan, erróneamente, que somos tontos, y que con excusas como los exabruptos de Pedro Castro o Joan Tardà nos vamos a dejar engañar.
Al igual que Pedro Castro, Joan Tardà ha pedido perdón, y tenemos que aceptar sus disculpas. Sus palabras se encuadran en un acto contra la Constitución, orquestado por sus juventudes. Como se supone que las juventudes de los partidos son más radicales que su propio partido, aunque sólo de palabra, necesitaban un mensaje muy encendido. Tardà en esta cuestión cumplió, les gritó el “viva la república” (catalana, sólo para ellos, como todo el mensaje nacionalista-egoísta) y añadió el “muera el Borbón”. Como justificante, Tardà argumentó que era el grito en la guerra de Sucesión en Cataluña. Si Tardà lee los libros de historia, ese grito lo proferían otros monárquicos, en este caso los austracistas, y en nombre de España, de su idea de España, pero España a fin y al cabo. Un republicano, un independentista, ¿qué hace gritando esas cosas? No ha pasado mucho desde que también las Juventudes de ERC dieran un homenaje no a un republicano, ¡sino a Jaume I!, el creador de los “Països Catalans”. Igualmente los abertzales batasunos homenajean a Sancho el Grande, ¡rey! de Navarra. Parece que la historia ha bajado tanto de nivel que es digna de ser prostituida de esta manera.
Esperanza Aguirre huyó de Bombay, eso no lo vamos a olvidar, aunque ahora le diera la gana a Ibarretxe bailar sevillanas. Por muchos Pedros Castros que haya, por muchos Joans Tardàs que existan, o por muchos fulanos y menganos, no olvidamos. En Bombay, Aguirre no sólo se dejó a su delegación, se dejó la vergüenza y la máscara de estadista tramposa.
"Instrúyanse, porque necesitaremos toda vuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda vuestra fuerza". Antonio Gramsci, Fundador del Partido Comunista Italiano
Páginas
▼
la historia es usada por muchos a conveniencia y lo segundo, los nacionalistas egoistas? ese me parece un argumento un poco barato no crees? de testigo me pongo yo, no creo que sea egoista y los vascos o catalanes, como otros muchos pueblos de europa somos MUY SOLIDARIOS. por ultimo, el mismo argumento barato podriamos usarlo para los nacionalistas españoles, o acaso vosotros no defendeis vuestra nacion? un poco de respeto a otros pueblos, no javi?
ResponderEliminaroier garmendia
Por desgracia la historia es usada por muchos, es un quebradero de cabeza que se crean que la historia se puede rebajar a esos usos partidistas. Ya sabes que en la cuestión del nacionalismo no creo que sean las personas las egoístas, o por lo menos la mayoría, sino sus partidos, que usan y abusan de ideología y bases para sus intereses, a veces muy alejados del discurso que emplean de Nación, progreso, libertad, etcétera, cuando lo que quieren decir es Negocio, chanchullos y opinión única.
ResponderEliminarPero recuerda la que se montó con los blogs que pusieron a Extremadura causi tercermundista, o cómo definen los nacionalistas los presupuestos del Estado, una "tajada".
Para mí la mejor idea de Nación es la nación política