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jueves, 26 de febrero de 2009

El pensamiento político de Karl Marx y Friedrich Engels (I): Aproximación al marxismo


Norberto Bobbio define el marxismo como “el conjunto de las ideas o conceptos: junto a tesis, teorías; junto a la metodología política y científica, la concepción del mundo, hombre y vida a él asociada; se suele extraer unas proposiciones básicas con las que se construye la doctrina marxista”.

El marxismo es conocer y transformar el mundo, y consiguió una adhesión propia de una fe, algo similar a las religiones. El marxismo tiene una influencia, junto al nacionalismo, más importante en los movimientos sociales del mundo contemporáneo.

Los clásicos del marxismo, como Lenin y Kautsky, consideran que esta doctrina bebe de tres líneas: el idealismo alemán, destacando a Hegel y los hegelianos de izquierda; la escuela de economía clásica inglesa, con Adam Smith y David Ricardo; y en tercer lugar el socialismo francés de Saint-Simon y Fourier.

Con esto, Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895) extrajeron la quintaesencia del socialismo. Pero junto a esos, hay más: el tiempo del Romanticismo y su crítica social del ámbito político, económico o literario, como Charles Dickens; otra del movimiento obrero coetáneo de las ligas secretas parisinas; la idea de revolución y de dictadura del proletariado de Louis Auguste Blanqui; el movimiento de tejedores alemanes y el movimiento cartista británico.

Marx y Engels, como el resto de autores, cometen contradicciones, porque el objetivo de su obra no es único, es temática, dispersa, y de objetivos dispares. Unas obras dan una visión de un mundo alternativo, otras son debates o enfrentamientos con otro pensador por una controversia (“La miseria de la filosofía”), o dan aportaciones al movimiento obrero (“El manifiesto comunista” para la Liga de los Comunistas).


Se agrava a la hora de la teoría marxista del Estado, porque Marx y Engels no escribieron sobre el Estado: se recurre a una obra diseminada en cuarenta obras políticas, filosóficas y económicas. Por eso no puede haber rigidez a la hora de construir la teoría del Estado, porque Marx escribe a lo largo del tiempo, y hay que tener ser abiertos y flexibles al estudiar sus planteamientos.


Gouldner distingue entre un Marx joven y un Marx adulto. El primero es liberal democrático, filósofo, dialéctico abierto. El maduro es positivista, económico, con dialéctica formada, socialista. La ortodoxia marxista rechazará al primer Marx por el Marx de “El Capital”. McLellan dice que esto es falaz, que conviven los dos Marx. La línea de progresión lineal no ocurre en ningún pensador y tampoco en Marx, sostiene.

Otro problema es separar el pensamiento de Marx con el pensamiento de Engels. Tras la muerte de Marx, Engels se acerca a posiciones socialdemócratas.

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