Las elecciones de ayer han confirmado a la coalición de Gobierno islandés entre socialdemócratas y verdes izquierdistas. En enero, la socialdemócrata Jóhanna Sigurdardóttir fue nombrada primera ministra para encabezar un Gobierno de transición para ir a elecciones y resolver la crisis política originada por la crisis económica, que ha mostrado su cara más dura en uno de los países más ricos y desarrollados del mundo. La crisis política parece tocar a su fin, con una victoria incontestable de los partidos de izquierda (28,8% para socialdemócratas y 20,9% para el Movimiento de Izquierda Verde) y el derrumbe de los hegemónicos conservadores, con el 22,9%.
La rotunda victoria da una profunda satisfacción, pero no permite dormirse. La izquierda ha obtenido el mandato de ser capaz de sacar a Islandia de la crisis. Hace poco, el deterioro de los partidos clásicos era evidente, con el descrédito de la anterior coalición de conservadores y socialdemócratas y la revelación de casos de corrupción en los grandes partidos. Hasta las encuestas indicaban que el partido izquierdista iba a ser el ganador de las elecciones, cosa que finalmente no ha sido así. El electorado ha dado una segunda oportunidad a la socialdemocracia, en la persona de Jóhanna Sigurdardóttir, que es la que ha sido capaz de hacer remontar al partido frente a conservadores e izquierdistas. Por ello mismo, el fracaso no debe nunca contemplarse. En este blog fui muy crítico con la socialdemocracia islandesa, y es porque parálisis, falta de ideas, mantenimiento del orden liberal-conservador, no son los valores de la izquierda ni de la ciudadanía progresista.
Para los españoles es algo casi desconocido movimientos electorales de gran calibre desde 1982, incluso la penalización por el fracaso o el mal gobierno a uno de los dos grandes partidos, mientras que a la izquierda se le exigen condiciones más duras. Quizás incluso esto mismo sea un motivo de orgullo, para dejar claro que en la izquierda no vale la ineficacia, el compadreo o la corrupción.
Islandia es una prueba más de cuál es la solución a la crisis. Sólo la izquierda puede ofrecer la verdadera salida a esta catástrofe económica. El nuevo Gobierno islandés sabe que su mayoría se la ha dado una ciudadanía que ha apostado por la izquierda. Si fracasa, esa mayoría se evaporará, o el socio menor de la coalición se convertirá en el socio mayor. A la derecha no quedan más que cenizas del viejo proyecto liberal-conservador. La solución se encuentra girando por la izquierda.
Por último, os recomiendo la lectura de este artículo, "Islandia: próxima parada, Bruselas" publicada en cafébabel.com sobre Islandia y su posible entrada en la Unión Europea.
y aquí en España los ciudadanos queriendo volver a recetas antiguas de la derecha.
ResponderEliminarIncreíble.
Recetas PpopularesSaludos.
David