Resultados:
CDA (democristianos): 20,1% y 5 diputados (-2)
Partido de la Libertad (extrema derecha): 17% y 4 diputados (+4)
PvdA (socialdemócratas): 12% y 3 diputados (-4)
VVD (liberales de derecha): 11,4% y 3 diputados (-1)
D’66 (liberales progresistas): 11,3% y 3 diputados (+2)
Izquierda Verde: 8,9% y 3 diputados (+1)
Partido Socialista: 7,1% y 2 diputados
Unión Cristiana (calvinistas): 6,8% y 2 diputados
Flandes
CDV (democristianos): 23,3% y 3 diputados
VLD (liberales): 20,6% y 3 diputados
Interés Flamenco (extrema derecha independentista): 15,9% y 2 diputados (-1)
SP.A (socialistas): 13,2% y 2 diputados (-1)
NV.A (independentistas conservadores): 9,9% y 1 diputado
Verdes: 7,9% y 1 diputado
List Dedecker (seguidores de Pim Fortuyn): 7,3% y 1 diputado (+1)
Valonia
Partido Socialista: 29,1% y 3 diputados (-1)
Movimiento Reformista (liberales): 26% y 2 diputados (-1)
Verdes: 22,9% y 2 diputados (+1)
Centro Demócrata Humanista (democristianos): 13,3% y 1 diputado
(En la zona germanófona salió elegido el Partido Social Cristiano con 1 diputado)
Partido Social Cristiano: 31,3% y 3 diputados
Partido Socialista: 19,5% y 1 diputado
Partido Democrático (liberales): 18,6% y 1 diputado
Verdes: 16,8% y 1 diputado
El mapa electoral holandés ha sido el que más ha variado de los tres países del Benelux. Los partidos de derechas y el Partido Socialdemócrata han sufrido en general un desgaste importante a favor de los partidos de la oposición, como los liberal-progresistas, los verdes y el extremista Partido de la Libertad. El Partido de la Libertad ha aglutinado el descontento hacia los partidos del Gobierno (democristianos y socialistas) y el miedo de la ampliación europea hacia Turquía, los antiguos votos que obtenía la Lista Pim Fortuyn.
Los socialdemócratas han acusado la participación en el Gobierno y ven amenazado su posición de segunda fuerza (en las elecciones generales quedaron apenas 5 puntos del Partido Socialista y en la época de la Lista Pim Fortuyn quedaron terceros). Sin duda, necesitan un cambio de rumbo que les haga recuperar los votos que pierden a verdes, izquierdistas y a la extrema derecha, y la participación en el Gobierno con los democristianos les está alejando de ese rumbo, haciéndoles perder su identidad por mantener su influencia desde el poder.
En Bélgica el resultado ha variado menos, pero persiste su disgregación en dos comunidades cada vez más diferenciadas. El país avanza hacia la ingobernabilidad, no sólo a nivel federal, sino también regional. También hubo elecciones regionales a la vez que las europeas. En Valonia el Partido Socialista retiene el primer puesto, y los Verdes tienen la llave para configurar un Gobierno valón de centro izquierda o de centro derecha, pero la experiencia irlandesa (Gobierno derechista con participación ecologista) puede serles muy dañina.
La buena noticia es el desgaste de la extrema derecha en las dos regiones: en Valonia el Frente Nacional ha perdido la mitad de sus votos y sus representantes regionales; en Flandes el Interés Flamenco pierde apoyos pero mantiene un importante número de apoyos, por encima del Partido Socialista.
En Luxemburgo no ha habido cambios en el reparto de escaños, los socialcristianos siguen muy por delante del resto de partidos. Es de destacar el gran apoyo que gozan los ecologistas en los tres países, los mejores junto con los franceses, alemanes y británicos. Pero los socialistas, en general, siguen jugando un papel secundario en la política nacional, habiendo perdido su antigua preeminencia. En Holanda fueron durante muchas décadas la primera fuerza, en Bélgica católicos, liberales y socialistas se turnaron en coaliciones bipartitas. El socialismo ha perdido su iniciativa política. ¿Han dejado que se instalase una dinámica ajena al pensamiento socialdemócrata?
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