Hoy se ha celebrado el funeral por Eduardo Puelles, asesinado vilmente por ETA en Arrigorriaga. El terrorismo fascista no ha hecho sino mostrar su debilidad, la interna y la de su base, cada vez más alejada de ellos. Al contrario que las palabras de Basagoiti, que a cada sonrisa de Otegi hay un muerto por ETA, esto es sólo un aviso de los asesinos a su base, para que no se atrevan a volar libremente y por el camino de la decencia.
ETA mata, ya hay otra familia más destrozada, una viuda y dos hijos sin su padre. Es una pena que la unidad y la decencia se muestren únicamente en sucesos tan tristes. Pero cada acto de ETA es un paso más hacia su fin y un paso cada vez más firme en la unidad de los demócratas.
Me quedo con la frase que ha lanzado el hermano de Eduardo Puelles, Josu: “mi hermano no es una víctima del terrorismo, es un héroe, es un gudari”.
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