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jueves, 22 de octubre de 2009

La "mini pinza" por la reforma electoral

Tenía pensado hablar de otros asuntos (tengo marcadas unas líneas muy interesantes, escritas por Bobbio), pero me ha llamado la atención la “pinza” en minúscula que parecen tener en mente IU y UPyD para la reforma de la ley electoral.

Siguen persistiendo en su error, pues no hay ley electoral perfecta. Más aún, no parecen tener en cuenta el sistema electoral del Senado, a la que hay una fácil respuesta: eliminar una cámara inútil. Para eso también hay que reformar la Constitución.

La temida reforma constitucional, era vista, no hace mucho tiempo por la derecha mediática, como un período neoconstituyente y nefasto. Esta reforma está muy lejos de producirse dados los amplios requisitos constitucionales y, reducidos, básicamente, a uno solo: el acuerdo de los dos grandes partidos, que engloban más de los mágicos dos tercios.

La ley D’Hondt, si se analiza en profundidad, es la misma que la que se practica en Portugal. ¿Acaso no hay tres fuerzas pequeñas con una buena representación, más ajustada a sus votos? La maldad electoral no reside en esa ley, sino en los distritos electorales, marcados por la Constitución: provinciales y con un mínimo de 2, teniendo en cuenta que el máximo son 400 diputados. Los obstáculos vuelven a estar en la Constitución.

UPyD propuso que la región sustituyera a la provincia como distrito electoral, con lo que la ley D’Hondt operaría de forma mucho más proporcional. Otros, sin embargo, ven la maldad de las elecciones en la “sobrerrepresentación” nacionalista, que no es tal. ¡Justamente, los partidos regionales son los que tienen mayor proporción entre escaño y voto!

Entonces, o bien se ejecuta una reforma constitucional que cambie la provincia por la región, se amplíe el número de diputados y, en consecuencia, los poderes del Parlamento y la información a la que el ciudadano tiene derecho. Si se añade la abolición del Senado, ¡mejor! Incluso es mejor aún plantearnos en serio el cambio de régimen, eliminar el anacronismo histórico de los Borbones y edificar una nueva arquitectura constitucional.

6 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo. Se hace mucha demagogia con la reforma de la ley electoral, todo el mundo se queja pero pocos saben exactamente cómo funciona o en qué es injusta. En mi opinión, el sistema electoral español (aunque no es perfecto porque, como bien dices, ningún sistema lo es del todo) es precisamente de los más justos. Tu ejemplo de Portugal está muy bien. También podríamos poner un ejemplo inverso: el complejo sistema electoral alemán tiene como resultado una representación notablemente proporcional y durante mucho tiempo hubo sólo tres partidos en el Bundestag. Ahora hay cinco, que si bien tienen una representación más ajustada a su porcentaje de voto que los españoles, son menos que los que se cuentan en nuestro Congreso de los Diputados.

    Me hace gracia cómo los únicos partidos que insisten en la reforma son precisamente los perjudicados, IU y UPyD. Pero es que estos partidos sólo se quejan de lo que les conviene. No entran en lo peor que hay en nuestro sistema y que es la causa auténtica del estado comatoso de nuestro sistema parlamentario: las listas cerradas y bloqueadas que convierten a tantos diputados en simples "máquinas de votar" más o menos inútiles, carentes de voz o de voluntad propia y altamente desconectados de los electores a los que teóricamente representan.

    Por eso nuestro sistema ha caído en esta especie de pseudopresidencialismo y en esta política de partidos escleróticos que no admiten debate ni disenso alguno en su seno.

    El problema (al igual que para la reforma del Senado, como bien apuntas) es que una reforma de ese sistema de listas cerradas implica reformar no sólo la LOREG, sino también la Constitución.

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  2. buen articulo si señor

    oiergarmendia.tk

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  3. Es muy matizable decir que se hace demagogia con la reforma de la ley electoral. Sí comentas que es UPyD quién hace demagogia de la ley electoral, te contestaré un rotundo sí, pero si hablamos de IU te diré que no. UPyD hace demagogia porque según ellos "beneficia a los partidos nacionalistas" y es una rotunda falsedad como bien se puede demostrar en el cálculo de los escaños en una circunscripción electoral única. En IU no se hace demagogia, la ley perjudica a la formación y muy seriamente. Con un millón de votos, IU se tiene que conformar con dos escaños y eso es tremendamente injusto.

    Por otro lado una cosa a discutir sería el propio sistema D'Hont porque aplicando tal como está actualmente, teniendo una circunscripción electoral única, desaparecerían del parlamento tanto UPyD como gran parte de los partidos nacionalistas. Aunque este, obviamente, es un dato que los UPyDeros suelen ocultar.

    La ley electoral española tenía sentido en 1977, ahora no lo tiene. Esta ley electoral se creó para que la inestabilidad política reinante en Italia no ocurriera en nuestro país. Y tiene sentido porque en 1977, con la democracia en pañales, en España había cientos de partidos de todas las ideologías y eso se habría traducido en una inestabilidad tanto parlamentario como ejecutiva insostenible. De esta forma se consiguió intentar primar a las formaciones mayoritarias.

    Actualmente España es una democracia consolidada, con partidos políticos consolidados, lo que hace realmente imposible que la situación desde la que partía la democracia en 1977 se pueda repetir en la actualidad. La ley electoral tiene que cambiar, y tiene que cambiar porque este sistema es propio del cacicazgo. PP y PSOE se reparten los escaños de las provincias con menor población.

    El caso paradigmático de este cacicazgo se puede ver en la pequeña provincia de Soria, 50.000 votos en las elecciones generales de 2008, 1 diputado psoe 1 diputado pp. 25.000 votos por el diputado, IU 500.000 votos por diputado, ¿no les parece injusto? A mi sí, profundamente.

    ¿Cómo sería el parlamento con 14 diputados de IU? Muy distinto, más bien la pregunta sería ¿Cómo sería el ejecutivo? ¿Cuánto cambiaría la acción de gobierno con algún ministro de IU? Mucho, y es que la forma de gobierno en coalición siempre me ha parecido mucho más democrática, sana y revitalizante para un sistema. Yo no creo en el bipartidismo americano, me parece una de las formas menos democráticas de estado.

    Yo no abogo por la disolución del Senado, la unicameralidad acaba siempre terminando en radicalidad, y eso es conocido por nosotros los historiadores. La mayoría de los sistemas unicamerales han acabado de forma dantesca. Lo que habría que hacer es una reforma íntegra del Senado para dotarle auténticamente de competencias territoriales y para que las demandas autonómica se quedarán en esta cámara. Esta medida descongestionaría el Congreso de las peticiones nacionalistas, y su famoso “¿Qué hay de lo mío?” qué tan cansados nos tiene a la mayoría de los españoles. Quizá de esta forma los partidos nacionalistas se integrarán más en la cámara baja y buscarán soluciones para toda España y no solo para su región.

    Pero bueno este Senado tan inútil no es más que los prejuicios de no haber creado un sistema federal en España y crear este “estado autónomico” tan extavagante y esperpéntico que nos demuestra en tiempos de crisis su inviabilidad económica. Yo no estoy tampoco a favor del Estado Federal, pero es lo que tenemos camuflado… (y ya, ya sé que nuestro estado delegada poderes y no al contrario, por eso es autónomico).

    Las listas cerradas son un error profundo de nuestra democracia, UPyD creo que ya ataco este sistema. Pero parece que al final el “Partido de Rosa Díez” ha acabado asumiéndolas, y esto le ha costado movimientos internos de críticas, expulsiones y dimisiones. Bueno no éramos pocos los que ya avisamos del talante de la señora Díez.

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  4. ¡Extenso comentario, Borja! jeje se agradecen. Respecto a la ley electoral, tenemos que dejar de pensar a qué partidos benefician y cuales perjudican. Si hay que pensar en la reforma, tenemos que mirar en una única dirección: las personas. El voto debe valer lo mismo en Soria y en Barcelona.

    Un apunte, esta mala distribución poblacional debería hacernos pensar qué política se sigue respecto a las regiones. ¡Qué mala política, condenando a las regiones del interior al despoblamiento por la falta de oportunidades! Parece que sólo la vida plena es posible en las capitales, y tenemos que insistir mucho en que esto no debería ser así.

    Creo, como tú también opinas, que España es una democracia consolidada. ¿O una partitocracia consolidada? jeje. Los dos grandes partidos son sólidos, y según las leyes de Duverger, este sistema electoral (pero sólo por la distribución poblacional) favorece el bipartidismo. Cambiarlos a, por ejemplo, distritos electorales regionales, o aumentando el número de diputados, favorecería la proporcionalidad, nuevos partidos y la capacidad de la ciudadanía en fiscalizar mejor la conducta de sus políticos.

    ¡Pero, sinceramente, creo que todo esto sólo será posible con una refundación profunda del Estado! (en formato republicano, claro está)

    A los nacionalistas, ni aun convirtiendo el Senado en un paradero de asuntos regionales, se quitarían su "qué hay de lo mío". El Senado tiene que desaparecer, si queremos que en el Estado se consigan las más amplias reformas. Portugal es una democracia unicameral, con ley D'Hondt y una gran movilidad electoral. Suecia, otra democracia unicameral (suprimieron su senado hace décadas, fueron listos viendo que no valía de nada). El Senado sólo es un contrapeso conservador. No sé si Labandeira dijo algo sobre esto, referiéndose al unicameralismo de la II República, jejeje.

    Saludos!!

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  5. Muy buena la contribución de Borja, pero yo sólo matizaría que el bipartidismo estadounidense es sólo aparente. El sistema de dos partidos de los Estados Unidos es MUCHO más democrático que el nuestro.

    Demócratas y Republicanos son sólo coaliciones laxas. Cada senador y cada congresista tiene que defender su labor ante sus electores y se enfrenta a un proceso de primarias en su distrito incluso para su reelección.

    Y no se trata sólo de una formalidad. Bill Clinton fue apartado de su cargo de gobernador de Arkansas por otro demócrata en las primarias; Jimmy Carter o Barack Obama llegaron a ser candidatos a la presidencia en contra del aparato de su propio partido por su capacidad de movilizar a las bases; Ford estuvo a punto de no ser candidato en el 76, Carter en el 80; Lieberman se salió del partido demócrata y fue elegido como independiente, derrotando al candidato demócrata que a su vez le había ganado en las primarias...

    Todo esto obliga a los candidatos a mezclase con la gente, y una prueba son los maratones de "Town Hall Meetings" que tienen que hacer, respondiendo "a pelo" a las preguntas de los ciudadanos de la calle que se acercan.

    Todo esto hace que el tener mayoría absoluta en las cámaras legislativas no quiera decir nada. El presidente tiene que negociar con los congresistas casi UNO A UNO para convencerles que un determinado proyecto de ley es lo que les conviene a los ciudadanos de su circunscripción. Y los congresistas están muy atentos a la opinión de los ciudadanos que les han elegido, porque saben que si no lo hacen da igual que su partido sea hegemónico en su Estado; ellos no van a ser reelegidos y les puede quitar el puesto un correligionario por un mecanismo perfectamente establecido, abierto, legitimado y normal.

    ¿Podemos soñar los ciudadanos españoles, franceses o alemanes con poder semejante sobre nuestros representantes? De momento, ni de coña. Y esto es lo que hace, en mi opinión, a los EEUU mucho más democráticos que cualquier otro país europeo. De algún modo no hay dos, ni cinco, ni diez partidos. Hay cientos de partidos, porque la mayoría de americanos dicen votar a la persona, no al partido.

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  6. Mis comentarios a sus palabras entre paréntesis…

    “Si hay que pensar en la reforma, tenemos que mirar en una única dirección: las personas. El voto debe valer lo mismo en Soria y en Barcelona.”
    (Básicamente esto se consigue con la circunscripción única, como en las europeas)
    “Lo que habría que hacer es una reforma íntegra del Senado para dotarle auténticamente de competencias territoriales y para que las demandas autonómica se quedarán en esta cámara.”
    (Es imposible que ningún partido utilice una cámara para unos asuntos y otra exclusivamente para otros, cada partido defenderá sus intereses allá donde está)

    “La maldad electoral no reside en esa ley, sino en los distritos electorales, marcados por la Constitución: provinciales y con un mínimo de 2, teniendo en cuenta que el máximo son 400 diputados. Los obstáculos vuelven a estar en la Constitución.”
    (Los obstáculos parten del mismo “gobierno real” los plutócratas que nos gobiernan están contentos con usar a las marionetas actuales, precisamente porque los tienen atados con gruesos hilos y desconfían de todo el que no esté atado)
    “Yo no abogo por la disolución del Senado, la unicameralidad acaba siempre terminando en radicalidad, y eso es conocido por nosotros los historiadores”.
    (En realidad “nosotros los historiadores” sabemos o deberíamos saber que no existen leyes universales como la que usted enuncia, que la historia no se repite, etc. etc. etc., pero eso deberían saberlo todos los historiadores, y no yo, que no me tengo por tal, en lo personal, prefiero cámara única, pero)

    “todo esto sólo será posible con una refundación profunda del Estado! (en formato republicano, claro está)”

    (Comencé con una coincidencia y acabo con otra, republica si. Pero sin dejar de lado un comentario, sobre los efectos de la “democracia USA” sobre el resto del planeta).
    Los intereses particulares de los ciudadanos de USA en cada circunscripción llevan expresándose por muchos años y si miramos al conjunto del planeta podemos ver los efectos de esos intereses, (de momento prefiero listas cerradas), no solo en esos ciudadanos, sino en el resto del planeta. De todas formas es absolutamente injusto culpar en exclusiva a USA, el resto no somos nada inocentes.

    Observar los asuntos políticos de forma aislada y circunscribiéndose al plano local , español, puede ser útil para un análisis pormenorizado de nuestras circunstancias , pero dejar de lado el resto del planeta, al resto de los seres humanos , es ignorar la unidad básica del planeta , de la vida en el planeta, dejar de lado los “derechos de la humanidad” para centrarse en los egoísmos particulares, en mis derechos sobre los tuyos, en mi vida sobre vuestra miseria, es solo el inicio del camino hacia la autodestrucción de una raza única , la raza humana
    SALUD Y REPUBLICA

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