"Instrúyanse, porque necesitaremos toda vuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda vuestra fuerza".
Antonio Gramsci, Fundador del Partido Comunista Italiano
Páginas
▼
jueves, 25 de febrero de 2010
¿Se puede justificar un golpe de Estado?
Hermann Tersch hace una curiosa forma de “memoria histórica”, propia y ajena. Califica a Carrillo como “criminal absuelto por la amnistía de 1977”. Es curioso esa interpretación miope de la realidad, donde no sólo acusa sin pruebas (y sin pruebas no hay nada que hacer, y los panfletos de César Vidal valen tanto de prueba como el papel de Scottex), sino que también se retrata a sí mismo, ya que él era miembro del PCE vasco en esos años. Seguidor de un criminal, ni nada menos. Pero la ley de amnistía, como dice Txiki Benegas, era una “ley de punto final en virtud de la cual nada de lo ocurrido entre el 18 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977 podría ser objeto de reclamación”. Sobre esta ley de amnistía hay mucho que hablar, así que lo dejo para otro momento.
Para este paranoico periodista, hay golpes de Estado buenos. Para ello pone los ejemplos del propio 18 de julio de 1936, o el de Chile de 1973. Esto nos llevaría a preguntarnos, ¿hay realmente golpes de Estado buenos? Esto puede ir muy en línea con todos estos golpes que estamos viendo en Honduras, Níger o Mauritania, entre otros. ¿Han resultado buenos?
En Historia y en política hay hechos objetivos, que sean malos o buenos es ya subjetivo. Lo que podemos decir, siguiendo nuestros intereses o pasiones, son cosas subjetivas. Por ello, los progresistas podemos pensar que el 18 de julio era malo o que la revolución cubana fue algo inevitable en su momento. Pero hay que superar a estos miopes, hay que ir más allá de esos intereses y ver la verdad, guste o no.
Esos golpes, como actos humanos, responden a intereses. ¿De quienes? Élites descontentas (burgueses, militares, intelectuales…), excluidas del poder injustamente (en su opinión) y con el derecho a participar en el poder. Que las élites que apoyaron al golpe del 18 de julio estaban viendo peligrar sus propiedades y antiguas posiciones porque no supieron resolver el problema agrario y obrero es un hecho, como lo es que su respuesta no fue un compromiso, sino enrocarse en su posición, y lo mismo se puede aplicar en el Chile de 1973. Que las clases medias e intelectuales cubanas veían que la corrupción del régimen de Batista estaba provocando la miseria social y cercenando la soberanía a favor de Estados Unidos es otro hecho.
Entonces, en estos países africanos o latinoamericanos, donde se están o estaban reconfigurando el poder de las élites, para el reforzamiento del presidente y su clientela directa, hace que el órgano de represión del sistema, el ejército, actúe y restablezca lo “bueno”.
Para ser más objetivos, no existe bien ni mal, sino lo beneficioso y lo perjudicial. ¿Qué era el Chile de Allende? ¿Acaso no era beneficioso para las clases oprimidas desde siempre, y no era perjudicial para los intereses económicos de las clases opresoras o del imperialismo norteamericano? ¿Sí o sí?
Animo a pensar de forma más creativa. Por ello, quiero plantear una reflexión sobre lo que más nos duele, el 18 de julio. Y hay que decir que, si era históricamente inevitable, ojalá hubiera triunfado. Lo digo porque nos hubiéramos evitado años de guerra, de dictadura y de penuria. Lo digo porque el régimen republicano se habría mantenido. En este país fracasaron todos. Fracasaron los unos para sacar adelante las reformas sociales que los trabajadores españoles demandaban, no por capricho, sino por supervivencia. Fracasaron los otros por no ceder a la realidad, a la irrupción de las masas y a las cuestiones sociales.
El 18 de julio, con todos sus antecedentes y todos sus derivados, es la demostración palmaria del fracaso de los españoles, el fracaso de no tener estadistas y el fracaso por ver más allá de nuestras narices.
Totalmente de acuerdo contigo en: "Para ser más objetivos, no existe bien ni mal, sino lo beneficioso y lo perjudicial." Bueno o malo es un concepto ético, y por tanto debería aplicarse el principio ético de: "El fín no justifica los medios". Sólo es justificable una acción mala para evitar un mal mayor, (homicidio en defensa propia, por ejemplo) pero seguiría siendo MALA.
Ya desde la Edad Media, con Sto. Tomás, se ha escrito mucho sobre el tiranicidio; quedando perfectamente argumentado por los teólogos de la Universidad de Salamanca del Siglo de Oro. Tras la Ilustración, con el paso de la soberanía al pueblo, sobre el monarca, yo diría que ahí debe concebirse el golpe de estado: la modificación de la soberanía, el "tiranicidio".
Evidentemente como toda acción humana, y más si es una acción MALA aunque justificable, tendrá apoyadores y detractores.
Muy bucólico y pastoril te ha quedado tu condena del golpe de Chile si lo hemos de juzgar por lo beneficioso y lo perjudicial. Pinochet fue nombrado por Allende como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas para ir consolidando su represión sovietizante, al estilo del "demócrata" Chavez en la actualidad; y puesto en trabajos, decidió no hacer el trabajo para otros si se tenía que manchar igual; el resultado, fue que Chile, y por tanto su pueblo no lo padeció, no sufrió la crisis como TODA Sudamérica; incluso salió de la Dictadura pacíficamente; y en las últimas elecciones, el pueblo ha vuelto a votar a sus sucesores.
Pero estábamos en el 18/7/36. Siempre he sido contrario; con la ley de memoria histórica, resulta que se han vuelto a poner en pié los "muertos por Dios y por la Patria", que nadie recordaba ya, y te das cuenta que también tenían razón: por muy acción aislada, en el asesinato del Jefe de la Oposición, intervinieron miembros de la Seguridad del Estado en represalia del asesinato del teniente de los Guardias de Asalto, etc. etc. etc.
Que el golpe fue una chapuza, pues también; como lo fueron el de Sanjurjo; o el de Companys, y la simultánea Revolución de Asturias; cada cual de duración e intensidad creciente hasta llegar a los tres años de guerra, expresión de que la convivencia en España estaba bastante rota; mientras que el amplio colchón de la clase media, inexistente entonces, tras la Dictadura resultante, garantiza la convivencia en la discrpancia tolerante; ese logro, de acabar con "las Dos Españas" desde el Antigüo Régimen Estamental que los militares masones del S.XIX se encargaron de perpetuar, tampoco se puede obviar.
Me he extendido mucho, pero es un tema triste para tratarlo con simplicidad. Perdón.
Creo que esta etapa es muy interesante para comprender los antecedentes al golpe militar chileno.
La perspectiva histórica nos permite analizar los hechos del pasado con mayor objetividad y rigor. Cabría pensar que habríamos hecho nosotros, contemporáneos, en esos años de 1918-1936, si habríamos tomado por partido por una de esas "dos Españas". Algunos, hoy, se lo toman a la ligera, pero trivializan todo el horror que generó.
Gracias por el enlace, en cierta forma refuerza mi memoria; no recordaba la denominación exacta: "El golpe tenía como base los planes de contrainsurgencia"; y lo del plebiscito, al estilo Chavista, y el paseo de Fidel a sus anchas por casi un mes; en Cuba siguen con el Coma_andante y sin democracia.
Lo de las Dos Españas no acabo de entenderlo ¿1.918?, yo lo dataría anterior; prácticamente tras el "ilustrismo" de Carlos III, con el Decreto de Nueva Planta, y sus nefastos sucesores. Enfín, que a lo que me refería es a la importancia que supuso ese colchón de clase media que supuso el golpe de Franco tras dos siglos de no conseguirlo, el "colchón", y que es el fundamento de una sociedad própera.
1918 como inicio de la degradación del sistema canovista, aunque ya venía de antes. A partir de ahí el antagonismo entre unos y otros empezaba a ser insalvable.
Totalmente de acuerdo contigo en: "Para ser más objetivos, no existe bien ni mal, sino lo beneficioso y lo perjudicial." Bueno o malo es un concepto ético, y por tanto debería aplicarse el principio ético de: "El fín no justifica los medios". Sólo es justificable una acción mala para evitar un mal mayor, (homicidio en defensa propia, por ejemplo) pero seguiría siendo MALA.
ResponderEliminarYa desde la Edad Media, con Sto. Tomás, se ha escrito mucho sobre el tiranicidio; quedando perfectamente argumentado por los teólogos de la Universidad de Salamanca del Siglo de Oro. Tras la Ilustración, con el paso de la soberanía al pueblo, sobre el monarca, yo diría que ahí debe concebirse el golpe de estado: la modificación de la soberanía, el "tiranicidio".
Evidentemente como toda acción humana, y más si es una acción MALA aunque justificable, tendrá apoyadores y detractores.
Muy bucólico y pastoril te ha quedado tu condena del golpe de Chile si lo hemos de juzgar por lo beneficioso y lo perjudicial. Pinochet fue nombrado por Allende como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas para ir consolidando su represión sovietizante, al estilo del "demócrata" Chavez en la actualidad; y puesto en trabajos, decidió no hacer el trabajo para otros si se tenía que manchar igual; el resultado, fue que Chile, y por tanto su pueblo no lo padeció, no sufrió la crisis como TODA Sudamérica; incluso salió de la Dictadura pacíficamente; y en las últimas elecciones, el pueblo ha vuelto a votar a sus sucesores.
Pero estábamos en el 18/7/36. Siempre he sido contrario; con la ley de memoria histórica, resulta que se han vuelto a poner en pié los "muertos por Dios y por la Patria", que nadie recordaba ya, y te das cuenta que también tenían razón: por muy acción aislada, en el asesinato del Jefe de la Oposición, intervinieron miembros de la Seguridad del Estado en represalia del asesinato del teniente de los Guardias de Asalto, etc. etc. etc.
Que el golpe fue una chapuza, pues también; como lo fueron el de Sanjurjo; o el de Companys, y la simultánea Revolución de Asturias; cada cual de duración e intensidad creciente hasta llegar a los tres años de guerra, expresión de que la convivencia en España estaba bastante rota; mientras que el amplio colchón de la clase media, inexistente entonces, tras la Dictadura resultante, garantiza la convivencia en la discrpancia tolerante; ese logro, de acabar con "las Dos Españas" desde el Antigüo Régimen Estamental que los militares masones del S.XIX se encargaron de perpetuar, tampoco se puede obviar.
Me he extendido mucho, pero es un tema triste para tratarlo con simplicidad. Perdón.
http://es.wikipedia.org/wiki/Augusto_Pinochet_Ugarte#Actuaci.C3.B3n_durante_el_gobierno_de_la_Unidad_Popular
ResponderEliminarCreo que esta etapa es muy interesante para comprender los antecedentes al golpe militar chileno.
La perspectiva histórica nos permite analizar los hechos del pasado con mayor objetividad y rigor. Cabría pensar que habríamos hecho nosotros, contemporáneos, en esos años de 1918-1936, si habríamos tomado por partido por una de esas "dos Españas". Algunos, hoy, se lo toman a la ligera, pero trivializan todo el horror que generó.
Gracias por el enlace, en cierta forma refuerza mi memoria; no recordaba la denominación exacta: "El golpe tenía como base los planes de contrainsurgencia"; y lo del plebiscito, al estilo Chavista, y el paseo de Fidel a sus anchas por casi un mes; en Cuba siguen con el Coma_andante y sin democracia.
ResponderEliminarLo de las Dos Españas no acabo de entenderlo ¿1.918?, yo lo dataría anterior; prácticamente tras el "ilustrismo" de Carlos III, con el Decreto de Nueva Planta, y sus nefastos sucesores. Enfín, que a lo que me refería es a la importancia que supuso ese colchón de clase media que supuso el golpe de Franco tras dos siglos de no conseguirlo, el "colchón", y que es el fundamento de una sociedad própera.
1918 como inicio de la degradación del sistema canovista, aunque ya venía de antes. A partir de ahí el antagonismo entre unos y otros empezaba a ser insalvable.
ResponderEliminar