Los abertzales proetarras han decidido hacer una nueva burla más a la democracia y a los vascos. Las marionetas de ETA, incapaces de huir del terror ni de sus propias contradicciones, han presentado una plataforma electoral, a la manera de las anteriores Autodeterminazionaren Bilgunea (AuB), Herritaren Zerrenda o Aukera Guztiak, para intentar presentarse a las elecciones autonómicas vascas, bajo el nombre de Democrazia 3.000.000 (D3M). ¿Para qué? ¿Condenan la violencia? No. ¿Aceptan la democracia y la libertad? Si no condenan la violencia está visto que no. ¿Son una extensión de ETA? Sí. Itziar Aizpurua, Julen Aginako, entre otros, miembros históricos de Herri Batasuna, de ETA o de la Mesa Nacional de Batasuna.
Esto ya no es la presentación de una lista blanca, de ciudadanos libres de contactos directos o conocidos con los terroristas, pero sí sometidos a ellos. Acción Nacionalista Vasca, partido histórico desde su creación en los años 30, nacionalista de izquierdas y colaborador en la defensa de la República en el País Vasco, ha humillado su propia historia democrática y de lucha de la libertad por la cesión de toda independencia frente a los asesinos fascistas, y ha cambiado esa historia por la aceptación de una lucha por la barbarie, la lucha de ETA. La consecuencia: un partido histórico ilegalizado y arrinconado a la nada. Todo por no saber, ni por querer, ser una izquierda democrática ni por ver la realidad vasca.
Ya no es burlar a la Justicia y al Estado, intentando colar listas inmaculadas. No olvidemos tampoco que reciben votos suficientes para existir, que hay unos cien mil vascos, disminuyendo cada día, que siguen apoyándoles. Ahora es hacer una burla completa. Saben que serán ilegalizados. Permitir que haya diputados en un Parlamento que consientan y justifiquen los asesinatos de los rivales políticos es lo mismo que la presencia de un NSDAP en la Alemania de Weimar. Una vergüenza. Por ambas partes, porque es una indecencia y una desgracia que haya gente que se diga de izquierdas y cierre los ojos a la sangre vertida; y es una desgracia que un país y un Estado democrático como España tenga que prohibir partidos políticos, porque se daña a la misma democracia cuando se impide a un ciudadano votar a su formación elegida. Ambas partes entran en contradicción consigo mismas: la democracia se restringe porque no es ético que haya justificadores de los fascistas; y la izquierda abertzale por exigir una “democracia” que ellos no practican hacia los no nacionalistas y por querer participar en un Estado que no aceptan.
Euskadi, dicen, está oprimida. ¡Curiosa hipocresía! Cuando es ETA la que ha estado oprimiendo al pueblo vasco, porque odia desde sus primeros días a la democracia española de 1978. La libertad para toda España les repugna, la libertad para Euskadi les asusta. Todo lo que se aleje de su idea de la Euskal Herria, cerrada a cal y canto al exterior, para no contaminarse, siguiendo las mismas enseñanzas del racista y burgués Sabino Arana, les es ajeno. Lo que es lo mismo. Quieren un inmenso gulag con las “siete provincias”, una Albania comunista en el siglo XXI. Quieren la reacción. Son reaccionarios, no de izquierda. Son fascistas y asesinos. El fin de esa “opresión” a Euskadi no vendrá de España, o Estado español, como quieren llamarlo porque la realidad les da arcadas. España, España, guste o no, no Estado español o Estado francés, porque en cualquier libro de historia o en cualquier ficha que se quiera consultar de un país no empezará por Estado de fulanolandia.
El fin de la opresión vendrá cuando la propia izquierda abertzale se libere de su misma opresión interior, reniegue de la organización asesina y defienda sus ideas sin recurrir a la pistola ni a la quema de cajeros. Entonces, es cuando Euskadi será verdaderamente libre, y por extensión el resto de España, que también se haya bajo esta delirante opresión. Y por qué no decirlo, el fin de la opresión también vendrá cuando los ciudadanos vascos arrinconen al nacionalismo a la oposición, tras treinta años de mentiras y discursos sin sustancia real. La nación vasca será grande cuando nadie tenga que mirar nunca más bajo el coche.
Esto ya no es la presentación de una lista blanca, de ciudadanos libres de contactos directos o conocidos con los terroristas, pero sí sometidos a ellos. Acción Nacionalista Vasca, partido histórico desde su creación en los años 30, nacionalista de izquierdas y colaborador en la defensa de la República en el País Vasco, ha humillado su propia historia democrática y de lucha de la libertad por la cesión de toda independencia frente a los asesinos fascistas, y ha cambiado esa historia por la aceptación de una lucha por la barbarie, la lucha de ETA. La consecuencia: un partido histórico ilegalizado y arrinconado a la nada. Todo por no saber, ni por querer, ser una izquierda democrática ni por ver la realidad vasca.
Ya no es burlar a la Justicia y al Estado, intentando colar listas inmaculadas. No olvidemos tampoco que reciben votos suficientes para existir, que hay unos cien mil vascos, disminuyendo cada día, que siguen apoyándoles. Ahora es hacer una burla completa. Saben que serán ilegalizados. Permitir que haya diputados en un Parlamento que consientan y justifiquen los asesinatos de los rivales políticos es lo mismo que la presencia de un NSDAP en la Alemania de Weimar. Una vergüenza. Por ambas partes, porque es una indecencia y una desgracia que haya gente que se diga de izquierdas y cierre los ojos a la sangre vertida; y es una desgracia que un país y un Estado democrático como España tenga que prohibir partidos políticos, porque se daña a la misma democracia cuando se impide a un ciudadano votar a su formación elegida. Ambas partes entran en contradicción consigo mismas: la democracia se restringe porque no es ético que haya justificadores de los fascistas; y la izquierda abertzale por exigir una “democracia” que ellos no practican hacia los no nacionalistas y por querer participar en un Estado que no aceptan.
Euskadi, dicen, está oprimida. ¡Curiosa hipocresía! Cuando es ETA la que ha estado oprimiendo al pueblo vasco, porque odia desde sus primeros días a la democracia española de 1978. La libertad para toda España les repugna, la libertad para Euskadi les asusta. Todo lo que se aleje de su idea de la Euskal Herria, cerrada a cal y canto al exterior, para no contaminarse, siguiendo las mismas enseñanzas del racista y burgués Sabino Arana, les es ajeno. Lo que es lo mismo. Quieren un inmenso gulag con las “siete provincias”, una Albania comunista en el siglo XXI. Quieren la reacción. Son reaccionarios, no de izquierda. Son fascistas y asesinos. El fin de esa “opresión” a Euskadi no vendrá de España, o Estado español, como quieren llamarlo porque la realidad les da arcadas. España, España, guste o no, no Estado español o Estado francés, porque en cualquier libro de historia o en cualquier ficha que se quiera consultar de un país no empezará por Estado de fulanolandia.
El fin de la opresión vendrá cuando la propia izquierda abertzale se libere de su misma opresión interior, reniegue de la organización asesina y defienda sus ideas sin recurrir a la pistola ni a la quema de cajeros. Entonces, es cuando Euskadi será verdaderamente libre, y por extensión el resto de España, que también se haya bajo esta delirante opresión. Y por qué no decirlo, el fin de la opresión también vendrá cuando los ciudadanos vascos arrinconen al nacionalismo a la oposición, tras treinta años de mentiras y discursos sin sustancia real. La nación vasca será grande cuando nadie tenga que mirar nunca más bajo el coche.
me parece bestial la democracia española jamas entendere esta democracia ala española me parece que franco esta alerta
ResponderEliminarme da berguenza lo que pasa en este pais pues solo pueden presentarse los partidos que quieren,
VERGUENZAAAAAAAAAAAA
Te he citado en mi blog, Javi. Has estado inmenso en esta entrada. Me ha encantado. Mis felicitaciones.
ResponderEliminarLos demócratas venceremos. Patxi abrirá el camino definitivo el 1 de Marzo. Allí estaremos para apoyarle como se merece.
Viva Euskadi Libre (libre de verdad, libre de esa canalla de asesinos, dictadores y analfabetos)
Anónimo, ese análisis está cojo. Pueden presentarse todos los partidos, sin más restricción que ser democráticos y no violentos. Y los partidos abertzales radicales están sujetos a ETA, que es una panda de asesinos, y no se puede permitir que esto sea así.
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