El pasado curso de formación ideológica ha sido muy productivo para todos aquellos que hayamos asistido. Su desarrollo, sus ponencias y su debate son la mejor prueba que, pese a que se celebren elecciones adversas, la socialdemocracia tiene un amplio recorrido. Hay pensamiento, hay análisis y hay personas para encarar el proyecto socialdemócrata hacia un nuevo ciclo progresista.
La Fundación Ideas, creada el año pasado tras el 37º Congreso del PSOE, y que comienza a arrancar con fuerza, debe ser la alternativa óptima al pensamiento del conservadurismo, representado en la FAES. Si bien es cierto que se necesita de una proyección mediática más firme, para no sólo ser un referente para los miembros del Partido, sino también para la sociedad. No en base a vídeos polémicos, como hacen desde el otro lado, sin ninguna sustancia o coherencia en la historia, sino, como el informe de un nuevo modelo energético, analizando profundamente la realidad actual y saber volver a una política de Estado. Sin recurrir al cortoplacismo que la nueva política tan mediatizada necesita recurrir si se quiere mantener el apoyo social con medidas de consecuencias directas. Ejemplos como el nuevo modelo energético o el nuevo modelo productivo son el paradigma de que existe un único movimiento de Estado, la socialdemocracia.
También se ha hecho hincapié en un lastre del mundo actual, y que adolece aún la Unión Europea de hoy: la crisis del Estado nación. A problemas globales, respuestas globales. La Unión Europea deberá caminar en este sentido si no quiere ser el mayor fracaso constituyente y federativo de la historia.
El debate entre izquierda y derecha, progresismo y conservadurismo, está más vivo que nunca. Lo que no se puede caer es en la renuncia de pensar en la óptica izquierda-derecha, aunque hay muchos otros modelos más que existen y se ponen en juego. Es inevitable pensar en términos de izquierda o derecha. O se progresa o se estanca, o se trabaja en el sentido de una sociedad más igualitaria o se mantienen los actuales desniveles. Cada vez que alguien dice que no existe la distinción izquierda-derecha, lo primero que pienso es que esa persona no es de izquierdas. Desprenderse de ese concepto es entregar la victoria ideológica a la derecha.
De la Jaime Vera salimos con nuevas ideas, o con ideas ya reforzadas. Con un nuevo impulso por trabajar por el proyecto socialdemócrata. Los días de crisis de la socialdemocracia pueden llegar a su fin si sabemos transmitir estas ideas de forma clara a la sociedad, acabando con los mensajes cortos, mentirosos y negativos del conservadurismo.
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