Guinea-Conakry es una dictadura militar desde su independencia en 1958. La actual junta militar que la preside está capitaneada por Moussa Dadis Camara desde el golpe de Estado de 2008. La junta militar (autodenominada Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo) argumenta su existencia en base a la "tutela" del país hasta las nuevas elecciones multipartidistas para la presidencia y la Asamblea Nacional de 2010.
Por las clasificaciones de Linz, podemos ver que la dictadura guineana tiene un pluralismo limitado moderado, ya que existen alrededor de cuarenta partidos políticos reconocidos, pero muchos otros, como el principal opositor, están ilegalizados, y el ejército es la base institucional del régimen. La ideología originaria del régimen estaba inspirada en el maoísmo chino, pero ha derivado a valores más ambiguos como el orden, la patria y la autoridad. Hay una clara ausencia de movilización para propiciar la despolitización de la población y las elecciones legislativas son un modo de legitimar el régimen, donde el partido oficial, el Partido de la Unidad y el Progreso obtiene entre el 60-70% de los votos y el resto de partidos alcanzan resultados testimoniales. El partido es una estructura clientelar despolitizada, al servicio de la junta militar y que monopoliza el poder. La junta militar es un cuerpo colegiado, pero donde empieza a destacar la figura de Dadis Camara, sobre la del resto. Por último, existen unos límites formales al poder, pero mal definidos y que permiten un ejercicio discrecional del poder.
La comunidad internacional (y en su cabeza, Estados Unidos) no está interesada en el tema de la democratización de Guinea-Conakry. El tema es económico: Conakry es el primer exportador de bauxita, base del aluminio. Al mercado internacional le interesa que el país no se desestabilice y pueda ocasionar un aumento del precio del aluminio.
Un artículo muy interesante. Me da verguenza darme cuenta que no conozco casi nada de la situación de muchos países africanos. La verdad es que es vergonzoso que muchos países, como Arabia Saudí, no se toquen por simples motivos económicos y comerciales.
ResponderEliminarUn saludo.
Andrés.
Pues yo tampoco tenía ni idea de la situación en ese país. Muchas gracias por la información.
ResponderEliminarAprovecho las oportunidades que ofrecen los trabajos de clase. La verdad es que es una pena que en los planes de estudio demos visiones tan eurocéntricas y obviemos el resto del mundo. No toda África es uniforme.
ResponderEliminarSaludos!
Observo que al final del texto habrás querido decir: …Al mercado internacional le interesa que el país no se ESTABILICE y pueda ocasionar un aumento del precio del aluminio. ?¿NO?¿
ResponderEliminaren lugar de desestabilice, porque así es como lo tienen y desean…
Por cierto, se me olvidó dar las gracias por la información!!!muy interesante!!!!!
ResponderEliminarNo, no, he dicho bien desestabilice, porque eso elevaría el precio. Obviamente, para la economía internacional lo que le interesa es una estabilidad de un gobierno autoritario al que puedan comprar y fijar un precio tasado, ya sabemos que las ganancias se la quedará la dictadura. No les interesa la estabilización en el sentido de un gobierno democrático y responsable ante la opinión pública, porque ya exigiría una renegociación de precios, nacionalización de la industria y, lo más importante, que esos beneficios se inviertan en el país y no en cuentas suizas.
ResponderEliminarDe nada, Maribel ;)