(RAE) Progresista: 1. adj. Dicho de una persona, de una colectividad, etc.: Con ideas avanzadas, y con la actitud que esto entraña. Apl. a pers., u. t. c. s.
Hace unos días que quería hacer esta entrada. Son varias declaraciones, ciertos comentarios… a lo largo del tiempo, y todo gira, obviamente en el mundo de la izquierda, de actitudes, medidas e ideas que sean “progresistas”. Es decir, ¿qué es lo progresista y quién lo define?
El mundo actual es un mundo esencialmente diverso en todos los ámbitos. A la cada vez mayor circulación, primero, de capitales, luego, de personas, siempre ha estado unida una gran circulación de las ideas. Cada vez hay nuevos planteamientos que descubrir, adaptarse o rebatir. Los postulados que unen a la sociedad se van reduciendo con el paso del tiempo, pero los básicos para asegurar una sociedad moderna son los siguientes: el respeto a la libertad y a la igualdad de oportunidades. Cosa que no quiere decir que se cumplen, pero son los mínimos y son el núcleo del pensamiento progresista desde la Ilustración. Su éxito radica en que su sencillez los hacen, pese a su moderno origen europeo y occidental, en potencialmente universales.
Sin duda lo menos progresista es ahogar, no sólo al otro, al discrepante, al disconforme o al que simplemente tiene una visión distinta acerca de un punto cualquiera. Simplemente, eso es reaccionario y la puerta al pensamiento único. El éxito de lo progresista vendrá cuando haya menos organismos, instituciones o personas que marquen a los individuos la línea a seguir, no sólo en el pensamiento, sino en la conducta.
No es descabellado decir que es progresista pensar que a cuanto menos injerencia de un poder en ese ámbito más sociedad civil. Es decir, el hombre libre para pensar, actuar y relacionarse. Lo reaccionario vuelve cuando se confunde eso con el descontrol de las relaciones económicas que permiten la explotación del hombre por el hombre. El no ser capaz de hacer esa distinción hace mucho daño al pensamiento progresista contemporáneo.
Ésa es la base del republicanismo, lo que salen de las líneas de la tercera vía de Anthony Giddens o del republicanismo cívico de Philip Pettit. El problema viene cuando aquí tampoco hacemos una distinción entre la realidad del mensaje y su utilización por parte de los más poderosos para justificar su ejercicio del poder que, en líneas generales, no ha cambiado excesivamente desde hace unas décadas.
Es de rigor superar modas y consignas marcadas desde lo alto, simplemente para que desde abajo nadie se convierta en una marioneta sujeta al control de nadie.
"¿qué es lo progresista y quién lo define?"
ResponderEliminarQuien manda.
Siempre el que manda se ha asignado la característica de progresista, es la masa la que no tiene capacidad y debe guiarsela hacia adelante; progresar.
La misma Ilustración tenía por lema "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo".
Progresismo, hoy en día no es más que otra etiqueta que queda bien. Según la definición de la RAE, hoy en día se considera avanzado una sociedad basada en un modelo de familia de la época de Calígula, en la Roma Imperial, basada en el clan, la tribu, o la etnia; el progreso humano que supuso retomar el las relaciones de unidad de progenitores con procreados: hermanos de los mismos padres y madres, incompatibilidades de uniones con consanguineidad, etc. pese a vaivenes, ha proporcionado una estabilidad social que ha durado 20 siglos y nos ha traido hasta el desarrollo del que disfrutamos en la actualidad.
Debo contradecir que la libre circulación de personas, capitales y mercancías, se le antepusiera la libre circulación de ideas; por desgracia siempre ha sido al revés, al viejo adagio "primum vivere, deinde filosofare" lo dice todo; las ideas pueden fluir cuando se tienen libertades básicas, por eso los regímenes autoritarios ejercen también un control en los medios económicos.
La libre circulación de ideas SIEMPRE ha estado más restringido que lo demás, ¡puede ser muy peligroso! de ahí que constantemente se plantee su control en Internet; ya sea institucionalmente o privadamente, como ocurre en ciertos lugares que alardean de libertad, frente a adoctrinamientos, cuando se contradice: quién manda es el que decide qué es progresista.