Según la Real Academia Española:
liberal.
(Del lat. liberālis).
1. adj. Generoso, que obra con liberalidad.
2. adj. Dicho de una cosa: Que se hace con liberalidad.
3. adj. expedito (‖ pronto para ejecutar algo).
4. adj. Dicho de un arte o de una profesión: Que ante todo requiere el ejercicio del intelecto.
5. adj. Inclinado a la libertad, comprensivo.
6. adj. Partidario de la libertad individual y social en lo político y de la iniciativa privada en lo económico. U. t. c. s.
7. adj. Que pertenece a un partido político de este nombre. U. t. c. s.
8. adj. Se decía antiguamente de cada una de las disciplinas que componían el trivio y el cuadrivio.
No voy a coger el cuarto significado: dudo que en la derecha haya ahora alguien que esté actuando por ejercicio del intelecto, sino por el contrario por una ambición ciega (y cobarde) por llegar al poder. Van poco a poco, y de momento ni uno con las agallas suficientes para lanzarse al ruedo.
Y eso que muchos cuentan con el brazo mediático del extinto Conglomerado Conservador, aunque visto que, a la hora de la verdad, también se acobardan y dejan que su locutor estrella, su caudillo de las ondas, se quede solo frente a Gallardón, no sé si seguirán con ese mismo apoyo. Aunque tras ellos, el diluvio: ya no quedarán ultras que defender las tesis de las ondas en el partido conservador.
Gotita a gotita, Rajoy se va quedando solo y más solo: cuando los títeres quieren pensar por cuenta propia, lo mejor es tirarlos cuanto antes, pensaron. Mayor Oreja le niega los avales, y, oh noticia graciosa: ¡Gabriel Elorriaga se descuelga de él!
Vamos a dar un pequeño repaso a este prócer de las victorias de la derecha: ni una. En 2004 fue el coordinador de la campaña, y pasó de mayoría absoluta a minoría absoluta. En 2008 fue el realizador del programa y secretario de comunicación, reconociendo que buscaban la abstención de la izquierda para ganar, y perdieron. Y lo que ha pasado es que no le quieren en el otro bando, porque ni manda ni tiene un currículo de eficacia.
El Partido Popular-Sección Aguirre (PP-S.A.) cuenta también con el soporte ideológico del inefable y paranoico Vidal-Quadras, que ve por igual separatistas y traidores a España en todos los rincones más allá de la calle Génova. Ese sector, tan amante de la palabra liberal que la ha prostituido hasta darle otro contenido distinto, ha presentado enmiendas tales como prohibir el aborto o los matrimonios del mismo sexo. Toma liberalismo. Según pongo arriba: partidario de la libertad individual y social en lo político y de la iniciativa privada en lo económico. Este liberalismo, ni por asomo.
Si oigo liberal y siglo XIX pienso en positivo. La ideología liberal consiguió destruir el antiguo régimen y dotar a la sociedad de un Estado racional, y su lógica económica acabaría por ser respondida por el nacimiento del socialismo: el socialismo es la superación del liberalismo, de la libertad y la emancipación total de las personas, de la democracia y de la preocupación por los más débiles.
Si oigo liberal y siglo XXI, y si es de España, no puedo sino estremecerme. Porque eso no es ni de lejos lo que fueron los liberales de 1812. Ellos lucharon contra el invasor, captaron sus ideas revolucionarias, se enfrentaron al “rey felón”. Estos, tienen en su haber pretender el naciente Estado del bienestar. Estos, siguen queriendo hacernos caer en la trampa del nacimiento de la nación española en 1808 el mismo momento que se levantó Madrid contra los franceses.
Dudo que una nación tome conciencia de su soberanía cuando decide salir a defender a su absolutista monarquía. La idea de nación sólo la tenían los intelectuales de la Ilustración, los Padres de la Constitución de Cádiz. Ni Reyes Católicos ni 2 de Mayo, la nación como concepto e invención liberal nace en esa Constitución, y mucho se tardaría hasta dar forma a esta nación. Mucha nación no sería si seguían existiendo los fueros vasconavarros. El ideal de nación liberal según los franceses es una nación con un Estado centralizado, único.
Por eso, ni 2 de Mayo. Para mí el día de orgullo patrio será el día que todos creemos el nuevo orden de la república, en paz y compañía, a ver si la historia va a acabar sin ver una dichosa unidad española en algo.
liberal.
(Del lat. liberālis).
1. adj. Generoso, que obra con liberalidad.
2. adj. Dicho de una cosa: Que se hace con liberalidad.
3. adj. expedito (‖ pronto para ejecutar algo).
4. adj. Dicho de un arte o de una profesión: Que ante todo requiere el ejercicio del intelecto.
5. adj. Inclinado a la libertad, comprensivo.
6. adj. Partidario de la libertad individual y social en lo político y de la iniciativa privada en lo económico. U. t. c. s.
7. adj. Que pertenece a un partido político de este nombre. U. t. c. s.
8. adj. Se decía antiguamente de cada una de las disciplinas que componían el trivio y el cuadrivio.
No voy a coger el cuarto significado: dudo que en la derecha haya ahora alguien que esté actuando por ejercicio del intelecto, sino por el contrario por una ambición ciega (y cobarde) por llegar al poder. Van poco a poco, y de momento ni uno con las agallas suficientes para lanzarse al ruedo.
Y eso que muchos cuentan con el brazo mediático del extinto Conglomerado Conservador, aunque visto que, a la hora de la verdad, también se acobardan y dejan que su locutor estrella, su caudillo de las ondas, se quede solo frente a Gallardón, no sé si seguirán con ese mismo apoyo. Aunque tras ellos, el diluvio: ya no quedarán ultras que defender las tesis de las ondas en el partido conservador.
Gotita a gotita, Rajoy se va quedando solo y más solo: cuando los títeres quieren pensar por cuenta propia, lo mejor es tirarlos cuanto antes, pensaron. Mayor Oreja le niega los avales, y, oh noticia graciosa: ¡Gabriel Elorriaga se descuelga de él!
Vamos a dar un pequeño repaso a este prócer de las victorias de la derecha: ni una. En 2004 fue el coordinador de la campaña, y pasó de mayoría absoluta a minoría absoluta. En 2008 fue el realizador del programa y secretario de comunicación, reconociendo que buscaban la abstención de la izquierda para ganar, y perdieron. Y lo que ha pasado es que no le quieren en el otro bando, porque ni manda ni tiene un currículo de eficacia.
El Partido Popular-Sección Aguirre (PP-S.A.) cuenta también con el soporte ideológico del inefable y paranoico Vidal-Quadras, que ve por igual separatistas y traidores a España en todos los rincones más allá de la calle Génova. Ese sector, tan amante de la palabra liberal que la ha prostituido hasta darle otro contenido distinto, ha presentado enmiendas tales como prohibir el aborto o los matrimonios del mismo sexo. Toma liberalismo. Según pongo arriba: partidario de la libertad individual y social en lo político y de la iniciativa privada en lo económico. Este liberalismo, ni por asomo.
Si oigo liberal y siglo XIX pienso en positivo. La ideología liberal consiguió destruir el antiguo régimen y dotar a la sociedad de un Estado racional, y su lógica económica acabaría por ser respondida por el nacimiento del socialismo: el socialismo es la superación del liberalismo, de la libertad y la emancipación total de las personas, de la democracia y de la preocupación por los más débiles.
Si oigo liberal y siglo XXI, y si es de España, no puedo sino estremecerme. Porque eso no es ni de lejos lo que fueron los liberales de 1812. Ellos lucharon contra el invasor, captaron sus ideas revolucionarias, se enfrentaron al “rey felón”. Estos, tienen en su haber pretender el naciente Estado del bienestar. Estos, siguen queriendo hacernos caer en la trampa del nacimiento de la nación española en 1808 el mismo momento que se levantó Madrid contra los franceses.
Dudo que una nación tome conciencia de su soberanía cuando decide salir a defender a su absolutista monarquía. La idea de nación sólo la tenían los intelectuales de la Ilustración, los Padres de la Constitución de Cádiz. Ni Reyes Católicos ni 2 de Mayo, la nación como concepto e invención liberal nace en esa Constitución, y mucho se tardaría hasta dar forma a esta nación. Mucha nación no sería si seguían existiendo los fueros vasconavarros. El ideal de nación liberal según los franceses es una nación con un Estado centralizado, único.
Por eso, ni 2 de Mayo. Para mí el día de orgullo patrio será el día que todos creemos el nuevo orden de la república, en paz y compañía, a ver si la historia va a acabar sin ver una dichosa unidad española en algo.