Dice Mariano Rajoy en "La Razón" que hoy es muy difícil precisar qué es ser de derechas, de centro o de izquierdas, y que a su partido le pueden votar desde las izquierdas a las derechas.
Aparte que Rajoy debe aprender las diferencias que existen y existirán entre diversas ideas, debe aprender las diferencias entre trepas (Gallardón, Aguirre, Zaplana, Acebes y compañía) y gente de fiar (que a día de hoy no se puede decir nadie del PP porque todos piensan en quitarle el puesto).
Porque ser de izquierdas es tener claras unas ideas de necesidad de reformas sociales, de ayudas a las clases humildes, solidaridad entre países, el pacifismo, el fin de cualquier discriminación, la ayuda a las artes, al pensamiento libre... las derechas suelen ser bastante cerradas ante cualquier medida social, cualquier ayuda, son propensos al nacionalismo reaccionario, permiten la desigualdad real, ayudan a las clases más ricas y al enriquecimiento de unos pocos.
Eso es su partido, el PP defiende un nacionalismo español clasico, de España es todo lo que sea castellano y regiones como Cataluña o Euskadi deben amoldarse a eso; defiende unos impuestos bajos solo para los ricos; está en contra de matrimonios del mismo sexo; de ayudas a las artes sólo porque no piensan como ellos; contra el pensamiento libre que no sea su pensamiento; utiliza el dinero público y las televisiones públicas para dedicarlas al autobombo; defiende los intereses de multinacionales que exploten al tercer mundo o invadan el mercado español frente a empresas nacionales (E.On); defiende una sumisión total a toda la política exterior que disponga Estados Unidos; a permitir que se entierre a los republicanos asesinados en los montes y que su memoria sera restituida.
No, no todo el mundo puede apoyar al Partido Popular. Sólo la derecha.
1 comentario:
El País; Carlos Norberto Mugrabi ( http://doctormugrabi.com.ar ) - 13-04-2008 - 23:01:44h
Hablar de derechas o de izquierdas constituye un anacronismo torpe y obsesivo. Seguid hablando de ese modo si os parece. Creo que los ciudadanos debemos decidir, en cada oportunidad, si el candidato está imbuido o no, del espíritu de la comunidad europea. Para mí W. Veltroni es un candidato acorde con el espíritu de la Unión Europea; Berlusconi no.
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