La coalición de gobierno entre el Partido de los Trabajadores y otros partidos, como el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ha ganado de forma arrolladora con más de 14 millones de votos y 600 ciudades, doscientas más que hace cuatro años.
El Partido de la Social Democracia Brasileña sigue como el principal partido de la oposición, dividido entre los gobernadores de Sao Paulo y Minas Gerais. A este partido, por cierto, de socialdemócrata le queda el nombre, porque el espacio de la izquierda ya lo ha ocupado prácticamente el partido de Lula. El 26 de Octubre se sabrá a quién van las alcaldías de Sao Paulo, Río, Belo Horizonte y Porto Alegre, las grandes ciudades del país. Como dato curioso en Río de Janeiro el segundo más votado es Fernando Gabeira, del Partido Verde, favorable al aborto, a la legalización de las drogas, a la regulación de la prostitución, a los matrimonios del mismo sexo, pacifista, y anticapitalista. Todo lo que aquí (y allí) la derecha pondría el grito en el cielo. Su dificultad para el triunfo es que el partido de la derecha, aliado de Lula (el PMDB) consiga el apoyo del presidente brasileño y de sus electores.
El proyecto de Lula, la izquierda sin tapujos, reformista, completamente distinto a los socialismos de Venezuela o Bolivia, y alineado a los gobiernos progresistas de Uruguay y Chile, está a la cabeza de un continente que necesita mucha ayuda y esfuerzos para librarse de sus fantasmas (golpismo, corrupción, crisis, pobreza). Pero que aquí la izquierda europea tome nota, que allí la izquierda no se esconde y proclama bien alto una palabra: ilusión.
1 comentario:
eso es, decir izquierda! sin miedo
Oier Garmendia
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