Rajoy: "La paciencia es una de las más importantes virtudes que debe tener un político, pero Santo Job sólo ha habido uno en la historia"
“Santo Job sólo hay uno”, ha dicho Rajoy, respecto a la convocatoria del comité ejecutivo nacional conservador. En esa declaración, se supone que a Rajoy se le ha agotado la “paciencia”, esa paciencia tan característica que tiene, al parecer, por ser gallego. Un poco de eso, y un poco, si suponemos que está versado en las ideas políticas, en el modelo de “virtud” cívica. ¡A lo mejor descubrimos que Rajoy está imbuido en los ideales del republicanismo!
El republicanismo, “redescubierto” por Philip Pettit, es un conjunto de valores que vienen ya de la época republicana de Roma, y rescatados por el prehumanismo italiano. Son los valores que rigieron las ciudades-Estado italianas. En la Sala dei Nove del palacio comunal de Siena, hay un maravilloso fresco representando estas virtudes: justicia, paz, fortaleza, prudencia, magnanimidad y templanza. Por estas virtudes se logra el equilibrio político.
El buen gobierno, Palacio comunal de Siena
Estos son los principios por los que se debe mover toda persona que sirve al bien público, todo político. Rajoy quiere desarrollar una imagen virtuosa que permita, si alguna vez llegase al Gobierno, desarrollar un buon governo, en contraposición al “mal gobierno” que dice haber ahora. Seguimos viendo que en la Historia hay muy pocas cosas nuevas. No faltan las reivindicaciones por la regeneración de la política, por el buon governo, mientras a diestro y siniestro surgen los casos de corrupción, los intereses privados y una actitud política muy alejada de la ética exigida.
La pretensión “virtuosa” rajoyesca se ve desdibujada porque el mal gobierno no anida (o sólo, para quienes piensen otra cosa) en el Gobierno nacional. Sus pares en el partido, los Camps, las Aguirres y los Costas no se guían por las virtudes citadas, lo que les aleja, por cierto, de ese liberalismo que dicen profesar. Estos barones portan los vicios: furor, discordia, guerra, fraude, traición y crueldad. ¿No son acaso las palabras que mejor definen a estos desgobiernos conservadores?
El mal gobierno, Palacio comunal de Siena
Rajoy, al proclamar que su paciencia se ha agotado cuando dice que “Santo Job sólo hay uno”, no señala la derrota de la virtud cívica, sino que todo su partido carece de ella. Su “golpe” de autoridad está y se verá reducido porque los barones conservadores ya no son inferiores a él, sino iguales, pares, un neofeudalismo pepero. Aunque consiga imponer a Rato en Caja Madrid, Esperanza Aguirre sigue ensalzada como caudilla de la derecha; Gallardón, pese a que sancionen a su segundo, Cobo, lidera las preferencias electorales incluso entre progresistas; Camps mantiene la compañía de sus “amiguitos del alma” y hasta amenaza a Rajoy con meter a Ricardo Costa en el Gobierno valenciano.
No, no hay virtud en esta política. Queriendo mostrarse como gobernantes virtuosos, acaban siendo príncipes maquiavélicos. Incluso los que quieren ser republicanos cívicos.
3 comentarios:
Yo tengo poca paciencia y hay cosas sobre las que prefiero no manifestarme, mucho menos perder mi tiempo.
Y hablando de tiempo, que sucede con aquel tema suyo... ya lo ha empezado a hacer circular?
En eso necesito que alguien me ayude con el tema con wordpress :( XD
Jajaja... tu pregúntale a tu tito davisito el canario y ya veremos que se cuece :)
Anda uste muy misterioso :)
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