Cuando ayer me preguntaron qué sentí al estar hace años en el Valle de los Caídos y contemplar la losa bajo la cual descansa el dictador, ahí, tan cerca, separados por la fría piedra, sólo pude decir: "La sensación que se tiene es la constatación de que él está ahí, y nosotros estamos aquí, viviendo libres, con la conciencia de que su obra se ha derrumbado". Sí, es un alivio haber nacido en la democracia, en la época de mayor libertad, progreso y paz de España, porque ni él, ni su obra, ni sus seguidores, están aquí.
La performance artística que usa una cabeza de Franco como pelota de fútbol
llega a Le Figaro
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Activistas y el artista español Eugenio Merino, conocido por sus obras
provocadoras para denunciar el franquismo, organizaron La Copa del
Generalísimo, una
Hace 22 horas
1 comentario:
En teoría y práctica su obra sigue aquí. Física, espiritual, política y socialmente sigue influyendo.
Algo bueno haría también cuando los gobiernos del OPUS comenzaron a modernizar el país.
Por cierto, te he constado en Avanza. Interesante debate :)
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