Hoy 5 de Mayo, hace 190 años, nació en Tréveris, en una familia burguesa de origen judío, el que estaba llamado a ser el padre del socialismo científico y el pensador filosófico más importante para millones de personas.
Karl Marx, como en broma decía, “en cuanto a mí, no soy marxista”. Para empezar, no era proletario, era burgués, y desde el principio fue un liberal radical, un demócrata, poco a poco derivando a la aceptación de que sólo la emancipación de la clase oprimida, el proletariado, podía ser posible a través de una revolución que fuera la expropiadora de los expropiadores y acabara debilitando el Estado hasta hacerlo desaparecer y sólo entonces es cuando el hombre, por fin, sería libre y viviría en la sociedad comunista.
¿Qué queda hoy del legado de Marx? Sus ideas influyeron en los partidos socialistas del mundo, acabaron por hacer temer a los burgueses del peligro de la revolución y de echarles a los brazos del fascismo y del autoritarismo. La derrota fascista en la II Guerra Mundial elevó al primer país socialista a la categoría de superpotencia y alumbrador de la ideología marxista sobre casi la mitad del planeta.
Pero una ideología impuesta por medio del terror, no por el convencimiento, por perversión de Lenin del pensamiento de Marx: de ser el hombre explotado por el hombre, se pasó a la explotación del hombre por el Estado. Una maquinaría estatal despiadada contra el individuo y su conciencia para fortalecer un Estado portador de una ideología que, paradójicamente, en su fin último estaba el debilitamiento del propio Estado para su desaparición.
La caída de la URSS y del bloque socialista llevó a la izquierda mundial a una crisis que aún arrastra: la utopía había caído, la verdad del totalitarismo soviético hizo hundirse a la izquierda del socialismo, un hundimiento del que todavía no sabe salir a flote. Y a la socialdemocracia, que abrazó sus postulados pero los adaptó según las circunstancias de los cambios del mundo, todos siguiendo a Bernstein, también entró en una crisis de fe al derrumbarse el único modelo económico alternativo al capitalismo neoliberal más despiadado.
Las únicas islas de sistemas socialistas, como Corea del Norte, no es más que una dictadura de un estilo orwelliano; Cuba quiere mantener los logros revolucionarios e intentar liberarse de la herencia castrista para abrirse; China no es más que una dictadura neoliberal justificada bajo un nacionalismo furibundo que por un pretendido socialismo.
Del marxismo, de su evolución e interpretación, sólo queda la socialdemocracia, democrática, partidaria de la libertad, sensible a la injusticia y portavoz de los humildes. Y en crisis.
Hay que leer e interpretar a Marx para relanzar la nueva socialdemocracia.
Karl Marx, como en broma decía, “en cuanto a mí, no soy marxista”. Para empezar, no era proletario, era burgués, y desde el principio fue un liberal radical, un demócrata, poco a poco derivando a la aceptación de que sólo la emancipación de la clase oprimida, el proletariado, podía ser posible a través de una revolución que fuera la expropiadora de los expropiadores y acabara debilitando el Estado hasta hacerlo desaparecer y sólo entonces es cuando el hombre, por fin, sería libre y viviría en la sociedad comunista.
¿Qué queda hoy del legado de Marx? Sus ideas influyeron en los partidos socialistas del mundo, acabaron por hacer temer a los burgueses del peligro de la revolución y de echarles a los brazos del fascismo y del autoritarismo. La derrota fascista en la II Guerra Mundial elevó al primer país socialista a la categoría de superpotencia y alumbrador de la ideología marxista sobre casi la mitad del planeta.
Pero una ideología impuesta por medio del terror, no por el convencimiento, por perversión de Lenin del pensamiento de Marx: de ser el hombre explotado por el hombre, se pasó a la explotación del hombre por el Estado. Una maquinaría estatal despiadada contra el individuo y su conciencia para fortalecer un Estado portador de una ideología que, paradójicamente, en su fin último estaba el debilitamiento del propio Estado para su desaparición.
La caída de la URSS y del bloque socialista llevó a la izquierda mundial a una crisis que aún arrastra: la utopía había caído, la verdad del totalitarismo soviético hizo hundirse a la izquierda del socialismo, un hundimiento del que todavía no sabe salir a flote. Y a la socialdemocracia, que abrazó sus postulados pero los adaptó según las circunstancias de los cambios del mundo, todos siguiendo a Bernstein, también entró en una crisis de fe al derrumbarse el único modelo económico alternativo al capitalismo neoliberal más despiadado.
Las únicas islas de sistemas socialistas, como Corea del Norte, no es más que una dictadura de un estilo orwelliano; Cuba quiere mantener los logros revolucionarios e intentar liberarse de la herencia castrista para abrirse; China no es más que una dictadura neoliberal justificada bajo un nacionalismo furibundo que por un pretendido socialismo.
Del marxismo, de su evolución e interpretación, sólo queda la socialdemocracia, democrática, partidaria de la libertad, sensible a la injusticia y portavoz de los humildes. Y en crisis.
Hay que leer e interpretar a Marx para relanzar la nueva socialdemocracia.
2 comentarios:
Decir que lo unico que queda de Marx,es la socialdemocracia me parece un análisis incorrecto,para empezar la socialdemocracia no socializa los medios de produccion por tanto,no es marxista si bien es cierto que el único socialista real que queda es Cuba(a Corea del Norte no se le puede considerar como tal) hay otros países latinoamericanos que caminan hacia un socialismo marxista como Venezuela,Bolivia y en menor medida Ecuador Y Nicaragua.Los éxitos que esta cosechando Venezuela,cuyo proceso es el mas desarrollado puesto que el gobierno revolucionario cumplira en breves 10 años en el poder, son innegables, aumentos del salario mínimo de la cobertura sanitaria y educativa, disminución de la pobreza,cualquiera puede corroborar esta afirmación mirando las estadísticas de la UNESCO.
En cuanto al socialismo del siglo xx tuvo sus errores, pero la clase trabajadora mejoró notablemente sus condiciones de vida en estos países, por no hablar de la victoria frente a Hitler en la II Guerra Mundial gracias a la organización Marxista-leninista de la URSS
Bueno, la URSS tampoco socializó los medios de producción...sino los estatalizó. Los trabajadores no eran dueños del fruto de su trabajo sino el Estado, no trabajaban para sí mismos ni para el resto sino para el Estado y sus planes quinquenales.
No creo que sea necesario socializar medios de producción por ley...eso bien se puede hacer de motu propio de los trabajadores (cooperativas), la propiedad colectiva.
La verdad es que en Latinoamérica estoy viendo una contradicción del marxismo: no son ni revoluciones, ni es el marxismo como Marx lo veía. El nacionalismo juega un papel muy grande (Cuba, Venezuela) y en todos ellos el populismo. ¿Por qué no Brasil? En Brasil gana un Partido de los Trabajadores que ha hecho mucho más por mejorar Brasil que Chávez en Venezuela o los hermanos Castro en Cuba. En Cuba la Revolución ha dejado el país mucho mejor que con Batista, claro, pero también por la ayuda externa soviética que por fuerza propia. Cuando se quiso cosechas titánicas de caña de azúcar se obtuvieron resultados mínimos, más parecido al fiasco del Gran Salto Adelante chino. ¿Pero cuántas personas viven en Cuba con apenas unos pocos pesos por mes? Les liberalizan el mercado de productos, pero muchos no pueden porque no tienen el poder adquisitivo suficiente para ello. Yo creo que la igualdad debe hacerse para arriba y no por abajo. Y el de Venezuela está sustentado por un precio alto del petróleo... buen capitalismo hacen ;) como los chinos. Pero ¡ay si baja!¡Ay si se extrae menos!
No es solo que el socialismo "real" tuviera errores...es que tenía contradicciones internas. Y no por el exterior: un ideal bueno y justo no se derrota por una presión exterior, si no, el socialismo nunca hubiera ido avanzando en la sociedad, ni hubiera habido revoluciones socialistas. Una contradicción en la ausencia misma de democracia: huelga, libre asociación, libertad de prensa, libertad del sufragio, libertad de expresión...nada. Parece que describo la dictadura nazi. ¿Qué había? Gulags. ¿Qué ideología puede ser justa si tiene que concentrar a la gente descontenta en gulags? El socialismo fue pervertido desde Lenin, en mi opinión.
Y sobre la II Guerra Mundial, como los rusos la llaman, la gran guerra patria, porque lucharon más por su tierra que por los ideales, y sabiéndolo Stalin prefirió fomentar más en nacionalismo ruso porque era más efectivo que el ideal comunista.
No creo que haya que atarse a unas obras, Capital, Manifiesto, como biblias y seguirlas de forma ortodoxa. Lo mismo que podemos pedir a los católicos recalcitrantes es que tengan amplitud de miras, porque si seguiéramos la Biblia de forma estricta tendríamos una ley más terrorífica que la Sharia. Creo que debemos adecuar el mensaje de Marx a los nuevos tiempos.
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