"...Cepeda, el gran Cepeda..." (Tomás Gómez)
domingo, 22 de febrero de 2009
Mitin del PSM en Lucero (distrito Latina de Madrid)
"...Cepeda, el gran Cepeda..." (Tomás Gómez)
domingo, 7 de septiembre de 2008
Un delegado en el Congreso (y V)
Desglosado, la votación de cada uno ha sido de:
Comité Federal: 668 síes (84,94%), 118 blancos (15, 06%)
Comité Regional: 673 síes (85, 19%), 117 blancos (14,81%)
Comisión Regional Revisora de Cuentas: 689 síes (87,10%), 102 blancos (12,90%)
Comisión Regional de Ética: 692 síes (87,82%), 96 blancos (12,18%)
La Ejecutiva regional está formada de la siguiente forma:
Presidencia: Delia Blanco Terán
Secretaría General: Tomás Gómez Franco
Secretarías:
Organización: Trinidad Rollán Sierra
Política Autonómica: Maru Menéndez González-Palenuela
Política Municipal: Jesús Dionisio Ballesteros
Educación, Ciencia e Innovación: Félix García Lausin
Sanidad y Consumo: Eusebio González Jabonero
Economía, Comercio y Turismo: Antonio Miguel Carmona
Empleo y Emprendedores: José María Ibáñez Gimeno
Vivienda y Política Territorial: José Pablo González Durán
Transportes e Infraestructuras: Oscar Monterrubio Rodríguez
Inmigración: Macarena Elvira Rubio
Política de Igualdad: Carmen Toledano Ricol
Movimientos Sociales: Pablo García Rojo
Medio Ambiente: Miguel Aguado
Políticas Sociales: Carmen Sánchez Carazo
Cultura y Deportes: Berta Ojea López
Ciudad de Madrid: Diego Cruz Torrijos
Apoyo Territorial a Pequeños Municipios: José Luis García Sánchez
Asuntos Europeos: María Dolores García-Hierro
Comunicación y Estrategia: Eduardo Sotillos Palet
Acción Electoral: Ángeles Álvarez Álvarez
Formación: María Encarnación Moya Nieto
Administración: Rosa Alcalá Chacón
Vocales:
Beatriz Corredor Sierra, Pedro Castro Vázquez, Trinidad Jiménez García-Herrera, Francisco David Lucas Parrón, Enrique Cascallana Gallastegui, Lola Agudo Masa, Manuel Robles Delgado, Ángel Viveros Gutiérrez, Jorge Gómez Moreno, Ana De Sande, Noelia Martínez Espinosa, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, Pedro G. Zerolo, Santiago Llorente Gutiérrez, Luis Llorente Olivares, Guillermo Magadán Cuesta, Enrique Guerrero Salom.
El llamado "simanquismo" ha quedado reducido al propio Simancas, como miembro de la delegación de Madrid al Comité Federal; compuesto, aparte de él, por Delia Blanco, Jaime Lissavetzky, Matilde Fernández, Fátima Pinado, José Cepeda, José Quintana y María Antonia García.
Por otra parte, en un gesto muy significativo y acertado, José Cepeda será además el nuevo Presidente del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid. Es un acierto del recién elegido Secretario General contar con su antiguo oponente en el anterior Congreso, para dar la batalla al gobierno de Esperanza Aguirre desde la Asamblea, desde donde Tomás nada puede hacer al no ser diputado.
El último toque respecto a las Juventudes, yo lo dejo en unos párrafos de una noticia de El País:
"La nota discordante la pusieron las Juventudes Socialistas, que tuvieron lección de política. Durante el debate de la ponencia de los Estatutos se aprobó una enmienda de la agrupación de San Martín de Valdeiglesias que reduce su representación en el comité ejecutivo regional del 5% al 0,8%. De 27 a 5 miembros. Los jóvenes escenificaron su desacuerdo rompiendo documentos, tras manifestar su oposición a la decisión.
¿Será este el inicio del verdadero camino del socialismo madrileño a la victoria? Haya el candidato que haya, en el socialismo siempre hay personas y hay ideas, los dos ingredientes del éxito para ganar desde la izquierda.
sábado, 6 de septiembre de 2008
Un delegado desde el Congreso

- Defensa de una Telemadrid pública y abierta a la sociedad
- Defensa de la educación pública y respeto a la concertada
- Defensa de la sanidad pública
- Intención de ir más allá de las familias tradicionales del PSM
- Resaltar el peso del PSM en el Congreso y Senado
- Luchar por un PSM más fuerte
- Cohesionar el PSM
En las tres primeras yo doy mi completo acuerdo, si bien hay que hacer incapié que lo primero es ofrecer la posibilidad de dar una educación pública en toda la región, y que ya otras opciones como la concertada y privada surjan de la libre iniciativa privada, pero no por ausencia de la pública.
Respecto a las últimas, yo espero que sea sincero en su intención de ir más allá de las familias del PSM. Además de ser un discurso muy gastado ya, la mejor forma de ir más allá, de integrar y cohesionar el PSM es elegir un equipo formado por personas de méritos, no pensando en si son de tal o cual origen. Y, aunque esto ya sea volver a repetirse mil veces, para tener un PSM fuerte hay que tener clara una cosa: un discurso fuerte, que se oiga, un discurso ganador y creíble, sin parches, un discurso bien pensado. Si, como le oí en la radio por la mañana, quiere un socialismo que reflexione y vaya más allá del socialismo madrileño de los 80, tiene que reflexionar de verdad. Pero reflexionar de verdad no es ir a la derecha, es reflexionar desde la izquierda, porque para derecha ya está el PP.
Pues, de esos 7 puntos en los que he resumido sus ideas veo bien 4, así que le daría un "aprobado" raspado y eso le ha valido que yo haya aportado mi nombre como aval para su candidatura. No es una firma alegre, es una confianza vigilante y crítica para ayudar a construir un socialismo más fuerte.
Ya con las intervenciones de las delegaciones, he podido oír desde la crítica que ha hecho el Secretario General de las Juventudes Socialistas de Madrid, Daniel Méndez, a las alocuciones favorables de la delegación a la que pertenezco y otras delegaciones, que algunas, para mí, rallaban en peloteo descarado.
La crítica que elevaba Daniel Méndez era que Tomás Gómez para el PSM puede no encarnar un proyecto de izquierda, que él pedía. Un proyecto que guarde las esencias del socialismo, como educación y sanidad públicas, el republicanismo cívico que guía al PSOE desde el 35º Congreso Federal y la lucha por el laicismo. Como socialistas, muchos podemos coincidir en las palabras con Dani, son las cosas en las que Tomás parece dar una imagen, quizás errónea, de que el PSM está yendo a la derecha. Esas ambigüedades pueden costar que el partido no crezca ni eche del gobierno a la derecha. Tomás Gómez tiene que mejorar y mucho la comunicación del partido en una región donde ese campo está muy minado por la labor destructiva de la derecha. Por su parte la otra delegación de JSM, con Pablo, de Carabanchel, como portavoz, la delegación a la que pertenezco, resaltó tanto como que Tomás ha ganado muchos apoyos significativos en el seno del Partido como que el PSM tiene que tener como necesidad que la juventud madrileña se vea representada por la izquierda.
Solo queda ver cómo se desarrolla el Congreso para ver en qué camino se mueve el Partido, si en el camino del triunfo, cercano o lejano, o en la oposición eterna.
miércoles, 13 de agosto de 2008
Vídeo sobre las Juventudes Socialistas de Latina
viernes, 18 de julio de 2008
Coherencia de los socialistas: mi Agrupación
Yo, personalmente, ya ha quedado muy claro que no veo bien que esté Tomás Gómez por una razón: no hace oposición. Pero es un socialista, y si resulta elegido lo apoyaré igualmente desde mi voz crítica, y si mejora y sabe dar lo mejor de sí mismo podré decir, ¡Eureka, era hora!
Pero yo, apoyaré siempre a alguien muy importante en mi concepción política: José Cepeda. Y diré por qué, contando una historia:
Era 2003, en la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas, con Trinidad Jiménez como candidata por el Ayuntamiento y Rafael Simancas por la Comunidad. Yo aún, con 14 años, acababa de tomar cuenta desde el año pasado de la necesidad de tener una idea política. Del marxismo leninista, hasta por el trotskismo, qué infantil era, llegué al socialismo. ¡Y en qué momento! En plena contestación política de la izquierda contra el aznarismo en el poder.
Y en eso, hubo un mitin en mi barrio, Aluche, donde vinieron los dos candidatos y también un candidato a la Asamblea que era también del mismo distrito, de Latina. Era José Cepeda. Aún recuerdo perfectamente aquel “vamos a llenar de puños y rosas las urnas”. ¡Y vaya si lo conseguimos! Tanto que el PSOE ganó aquellas elecciones. Lo triste vino después.
Pero, en aquel momento, yo me decanté definitivamente por el Partido Socialista. Era un gran discurso, la gran izquierda, el gran proyecto integrador por España y por Madrid. Y Cepeda, alguien que no es un político más, sino un vecino mío más. Y lo que pensaba me llegó.
Pasó mucho, hasta, lo recuerdo bien, el 2 de Febrero de 2006, cuando acudí a las Juventudes de mi distrito, a afiliarme. Tenía, al revés que mucha gente, una concepción de la política positiva. Pensaba, y pienso, que mucha gente sirve sin molestarse en tener unas ambiciones personales negativas. El Socialismo es algo superior, es la unión por hacer un mundo más justo. Y yo iba a poner mi particular grano de arena.
Pero, no pasaron muchos meses, hasta que desde la dirección regional de las Juventudes, desde su Secretaría de Organización, se montó, con prácticas detestables y en nada éticas, una moción de censura contra una ejecutiva elegida ¡un mes antes! Fue un tremendo jarro de agua fría, un despertar de mi ceguera. Porque, ¡resultaba que sí había gente despreciable en la política! Y no desde lo más alto, sino desde la escala más pequeña, incluso desde una organización juvenil cuyo principal propósito es ser el vehículo conductor de los problemas de los jóvenes según el socialismo.
Qué gran decepción, sinceramente. Se me partió el corazón, porque en las Juventudes, mis Juventudes, y en el Partido, mi Partido, que con todo mi corazón amo porque son la mayor obra que pudo hacer Pablo Iglesias por los trabajadores españoles, ¡había manzanas podridas en su interior!
Con mucho esfuerzo, de todos los que participábamos de dirigir las Juventudes de mi distrito, conseguimos tumbar aquel despropósito, y esos despreciables, habían recibido lo que merecían: la derrota. Las Juventudes, como Cádiz bajo la invasión francesa, habían resistido.
Y al año siguiente, tocó un proceso congresual en las Juventudes Socialistas de Madrid. Óscar Blanco dejaba la Secretaría General. Yo, que en entre 2006 y 2007 me dediqué a pensar únicamente en mi trabajo local, de cara a mis vecinos, no había reparado en nada más allá de Latina. Algún acto genera y poco más, pero, tonto de mi, pensaba que todo era igual de feliz que en Latina. Por eso, cada vez que alguien dice algo en contra de mi agrupación, pienso: “¿Pero, de qué va? Si nuestro trabajo, nuestra actividad, nuestra relación, es exquisita. Personalmente creo que el demérito propio crea resentimiento al mérito ajeno.
Volviendo al Congreso de 2007, se postulaba un único candidato a la Secretaría General: Daniel Méndez, el mismo Secretario de Organización que había orquestado la fracasada moción de censura. Estaba claro que, por coherencia, no se podía apoyar a una persona así. Pero ya reveló lo que ahora sigue siendo un constante de él: engañar. Y nos engañó, sí, tontos de nosotros. Pensábamos que había aprendido la lección y que ahora ejercería una labor exquisita. Le dimos los avales que necesitaba para postularse como candidato porque pensábamos que reconocería el peso y la labor de mi agrupación. ¡Pobre ilusos! Nada, absolutamente nada. Claro, y hay que reconocer, que nos ofreció un puesto florero, de no hacer nada y de callarnos la boca. Y claro, ya más tontos no fuimos. Y así, una de las agrupaciones de mayor actividad y mayor peso se quedó fuera.
Daba igual que nos dejáramos todo por los jóvenes de nuestro distrito, daba igual que estuviéramos siempre donde fuera necesario. Nuestro trabajo daba igual, porque, entre la ambición personal y el mérito colectivo, la inquina personal puede más. Ya digo que el mérito ajeno crea resentimiento.
Aún así, no nos rendimos. Continuamos con nuestra labor local, elegimos una nueva ejecutiva local y un nuevo Secretario General, pero el resentimiento hacia nuestra agrupación no cesó. Daba igual quien estuviese, porque era un enemigo a batir. Nosotros, por nuestra parte, conservamos la desconfianza hacia el aparato regional pero no hemos hecho nada desestabilizador, dimos la oportunidad de enmendar los viejos errores.
Pero nada, los grandes esfuerzos de las Juventudes de Madrid se dirigieron a asegurar unos cuantos puestos en las listas electorales en las elecciones generales. ¿Para qué? Para dar sillones. Todos los esfuerzos en dar sillones, cargos y prebendas a quien baile el agua. El mérito, y el trabajo, brillan por su ausencia.
Como resulta que quien ejerce una política basada en el reparto de cargos y premios, sin ningún proyecto ni ideas, pues es lógico que comiencen las desafecciones. Y poco a poco ha ido un pequeño goteo de críticas a la dirección. ¡Latina mantenía la coherencia! Y, además, todas las críticas son lo mismo que Latina mantenía: Daniel Méndez es un mafioso.
Aquí termina la historia, en el momento presente. Así, se explica el origen de las dos listas: una oficial, y otra crítica. Y la propia coherencia de Latina, que ha sido dedicarse por entero a su trabajo local, a buscar la integración y redimir a la ejecutiva regional de sus errores, y a mantener una postura crítica por los malos usos de las Juventudes de Madrid. Como desde la ejecutiva regional no se ha querido abrir los ojos, al final resulta que cuánto más caminas en el error más solo te quedas.
Sin meterse en el posicionamiento ideológico de otras agrupaciones, de su actuación interna, Latina se presenta como la coherencia misma, y es que el buen hacer no debe divorciarse de la política, porque eso representa frustrar las esperanzas tanto de los miles de militantes que trabajan por ella a cambio de nada y a millones de españoles que ansían una izquierda limpia y fuerte.
Yo creo que José Cepeda hizo muy bien en presentarse como alternativa tras la derrota de Rafael Simancas. El PSM, tras la traición de Tamayo, se vio privado de su autonomía para poseer un control excesivo por parte del PSOE federal, que, en este caso, no ha tenido buena mano. Los resultados del PSM son horrorosos, el discurso, aquel discurso que oí el 2003, se había evaporado. Ahora todo era el rencor, el rencor por la traición de Tamayo y la imposibilidad de llegar al poder.
Y Cepeda, aunque no ganara frente a Tomás Gómez, representa ese PSM de las bases que no quiere que le hagan un no-discurso, un socialismo derechista para caer bien a los poderosos a ver si así nos deja gobernar, un hacer y deshacer desde Ferraz sin tener en cuenta las bases de Madrid: por eso se perdió en 2007. Simancas, en su momento, en 2003, lo hizo bien: se acabó la mayoría absoluta conservadora. Simancas, al perder la oportunidad, lo hizo mal: se agarró al cargo y perdió el discurso. Y Cepeda lo que quería es volver al proyecto, porque desde la izquierda se gana Madrid. Y ni Simancas supo tener un discurso convincente en 2007 y espero que Tomás Gómez sea capaz de ofrecer un discurso que pueda llevar al PSM a donde le corresponde, que es a la Puerta del Sol a presidir Madrid.
Y tanto lo que pido al PSM, como a las JSM, es recuperar el discurso y el proyecto. Y algo muy importante: deshacerse de todos aquellos que nos rompen el corazón y la ilusión de una izquierda fuerte y convincente. Así, como lo he escrito en otro sitio, exclamo: ¡Daniel Méndez, rectifica!
Nuestra conciencia es lo último que nos quedará, y es la única a la que debemos tener lealtad. Yo la guardo, ¿y los demás?
viernes, 28 de marzo de 2008
Tomás Gómez: el fracaso del siempre lo mismo
Porque desde hace casi un año la izquierda madrileña se encuentra huérfana y desaparecida. Entonces mucha gente reprochó el comportamiento inmovilista de los dirigentes socialistas: los militantes socialistas estaban enfadados. Para que la izquierda triunfe, por lo menos mantener un alto nivel moral y ético, ha de estar organizada en un partido altamente democrático. El inmovilismo aristocrático es el ADN de la derecha, repulsivo para la izquierda.
Desde hace casi un año que el PSM eligió, o le eligieron, a Tomás Gómez como secretario general. Yo guardé simpatías por los dos principales candidatos al Congreso del PSM: él y José Cepeda. Las ideas de Cepeda me parecieron las más adecuadas para pilotar el socialismo madrileño y sacarlo de la crisis: el papel de la militancia y la democracia interna es esencial. Su único problema fue que no era el candidato de Ferraz. Y es que si ya hay un candidato que cuenta con la bendición nacional los demás poco pueden hacer.
Entonces puse esperanzas en conocer el proyecto de Tomás Gómez, si es el que va dirigir el PSM, saber cómo pretende impedir el declive continuado del socialismo madrileño: el cinturón rojo se desmorona, la capital se derechiza a pasos agigantados mientras la derecha degrada y privatiza todo lo público en la región, sin que eso le afecte. Hay un problema y la solución no se ha visto.
El problema de Tomás Gómez es que no se le ve. Ya contamos con que Telemadrid es el órgano oficial de propaganda de la derecha madrileña, con el dinero de todos. Fuera de Telemadrid, la región sólo puede conocer a Tomás Gómez por los pocos medios de comunicación regionales progresistas: Radio Madrid. Y ya.
Su única propuesta conocida es la bajada del impuesto de patrimonio. Bajar impuestos esta muy bien, pero con un “pero”: a los más humildes, si es posible. A los de ingresos más elevados que sigan pagando y que se les aplique un principio básico de solidaridad, que tanto reclaman algunos a ciertas regiones. Prefiero que se aplique la solidaridad en base a personas y no territorios o inventadas naciones.
Su otro problema es que Zapatero convence en los mítines, Tomás Gómez no lo hace. Habla de desalojar a Aguirre de la Puerta de Sol, y eso es el primer objetivo del PSM, pero queda aún el ¿cómo? Y el cómo tiene que ser hacer oír, e imponer, el discurso del socialismo. Si no, en la sociedad de mass media en la que vivimos, el socialismo madrileño sólo puede entonar un brindis al sol. Por los medios de comunicación se vertió la trola que Madrid es despreciada por Zapatero: y mucha gente se lo ha creído. Pero la verdad es que Madrid sólo es despreciada por la Madrid de derechas, la que degrada el sistema público, la que degrada la sanidad (a la que Zapatero concedió fondos extraordinarios para solucionar el déficit sanitario, y que Aguirre dedicó en sus presupuestos regionales a altos cargos, propaganda y casinos).
Madrid necesita izquierda. Si Tomás Gómez no sabe hacerse su propio proyecto, es hora que sea el propio PSM quien tome las riendas, y no Ferraz.