Sin embargo, y como alerta el Bloco de Esquerda, no significaría el fin de las discriminaciones, ya que podrían no tener derecho a adoptar. Ya que el PS no dispone ya de mayoría absoluta, y la derecha portuguesa sigue los planteamientos discriminatorios de la derecha española, el Gobierno necesita apoyarse en los votos del Bloco y del Partido Comunista para que salga adelante. Así, no debería haber ninguna discriminación en la nueva ley.
La Declaración de Independencia norteamericana reclamaba el derecho a la búsqueda de la felicidad. Esta pretensión inspira los textos constitucionales y declaraciones de derechos de los países democráticos y de la ONU. La formación de una familia y la posibilidad de formalizar la unión con la persona que se ama, ¿acaso no va en camino de esa búsqueda de la felicidad? Cuando se eleva un argumento en contra de este derecho, no es por una cuestión de moral, jurídica o cualquier valoración racional. Se trata de ignorancia, de odio y la mejor ayuda que se puede otorgar a aquellos quienes ansían limitar la libertad de la humanidad.
Añado el mapa de wikipedia sobre la situación mundial del matrimonio de parejas del mismo sexo. El azul oscuro es el matrimonio, el claro la unión civil y los colores marrones representan a los países que persiguen a los homosexuales, desde pena de cárcel (marrón claro), cadena perpetua (marrón medio) y pena de muerte (marrón oscuro).
También el de la Unión Europea, donde los colores rojos son los países que limitan ese derecho.
Dejemos a las personas poder ser felices. ¿Tanto cuesta?
Acuerdo no vinculante, sin control internacional y sin cifras. No se podía esperar otra cosa. Cuando lo leí en el artículo de Bueno de Mesquita en el Foreign Policy me reafirmó en la creencia del fracaso hoy patente, y por eso no tuve ningún problema en recogerlo aquí. La decepción recorre la sociedad civil, mientras los negacionistas y sus intereses económicos pueden respirar tranquilamente, aunque sea un aire viciado. Mientras, el preventivo Nobel Obama no se entera y lo considera un “gran avance sin precedentes”. No hay mejor precedente en la historia de la irracionalidad de las grandes potencias que la política de apaciguamiento de Hitler.
En estos días Oier Garmendia y Andrés Boto recogieron sus opiniones en mi entrada “Fracaso en Copenhague y Nobel preventivo”. Hoy recogen el fracaso de Copenhague Joan Herrera, diputado por ICV, y Borja Terrés, compañero socialista de Villa de Vallecas. Espero que muchos otros blogs se sumen a la crítica a la Cumbre.
Un planeta más inhabitable es la base de la guerra definitiva. La guerra por el agua, por los cultivos, por las materias primas y por las fuentes de energía. Ya existe, ya existió, por estos motivos. Pero cuando se le añade amplias masas desesperadas los resultados son catastróficos. El odio infinitivo, la venganza y, por último, el genocidio.
Nos enfrascamos en mantener una estructura de ideas enjaulada en una visión cerrada: la nación, rodeada por sus fronteras. Más allá no hay nada que merezca la pena. La idea de solidaridad se circunscribe entre esas fronteras, la libertad se aprisiona entre esos muros ficticios. Sólo la codicia, el odio, la envidia, la rapiña y la muerte circulan libremente. Esas fronteras nos ciegan la vista, esas fronteras nos llevan a querer echar o matar al que las traspasa, esas fronteras nos bloquean nuestra humanidad.
Ayer, hoy y mañana el asunto más importante es nuestra casa, nuestro planeta. Porque ayer no existíamos y mañana tampoco existiremos, pero el planeta debe seguir su curso natural.
La activista saharaui ha vuelto a El Aaiún tras 32 días en huelga de hambre. Que Marruecos haya permitido que Aminatu Haidar vuelva al Sahara Occidental no ha sido gratis, pese a lo que diga Moratinos. Francia ha estado negociando con Marruecos, y ésta, a su vez, ha obtenido mientras un sustancioso tratado agrícola con
El Gobierno mantiene su intención de apoyar un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental, pero Francia, que es la que mantiene un gran influjo sobre el régimen marroquí, es partidaria de la propuesta de la monarquía alauita, una “gran” autonomía dentro de Marruecos. Un gran concepto vacío. ¿Qué autonomía puede haber en un régimen autoritario? ¿Es que van a ser más libres los saharauis en su “autonomía” que los marroquíes?
Sin embargo, Marruecos ha salido muy mal del caso Haidar. El rey Mohamed VI inició su reinado con una promesa de modernidad y apertura. Que Marruecos sigue su propio camino a la modernidad no se discute, pero la apertura es una falacia: censura a la prensa “libre”, fraude electoral con un partido dinástico incluido, corrupción, ostentación de la fastuosidad y frivolidad de la monarquía…
Sus grandes apoyos internacionales son los Estados Unidos de Obama y
Berlusconi ya ha salido del hospital y la división en la sociedad italiano no ha hecho sino agrandarse conforme pasaban los días. La prensa adicta al Ducetto ya ha elaborado su lista de “culpables” de la agresión, por haber incitado a Tartaglia con sus feroces ataques contra el primer ministro. Esa lista empieza por Di Pietro, el Partido Democrático y los jueces de la Corte constitucional hasta los pocos programas televisivos y grupos mediáticos contrarios a Berlusconi.
El Gobierno italiano ya da muestras de querer aprovechar la coyuntura, y ha anunciado un decreto que limita la libertad de expresión en Internet. No olvidemos el escándalo desatado en España con el anuncio de la intención del Gobierno de permitir cerrar páginas web sin permiso judicial.
Corea del Norte, China y Cuba son los nuevos referentes, en un mundo donde la clase partitocrática se está dando cuenta de la importancia que va consiguiendo día a día la posibilidad de formas pirata de intercambio de productos ajeno al mercado oficial o de la libre circulación de ideas por medios no sujetos al control de las grandes empresas mediáticas y los grupos de interés. Para perseguir métodos delictivos bastan las leyes actuales; para lo de siempre está lo de siempre, la ley, pero para lo nuevo hace falta una nueva ley. Desgraciadamente no es una ley que garantice, es una ley que persigue.
Una agresión no justifica la construcción de todo un orden reaccionario. Berlusconi tiene la excusa, pero la libertad y los que la defienden no pueden abandonar lo que ya no es sólo un debate o una resistencia, es una lucha.
La marejadilla de las consultas soberanistas va camino de diluirse justo tras el que se supone gran éxito del domingo. ERC aporta la enésima división en el tripartito pidiendo reconocer las consultas, CiU se enfila hacia el viento que mejor sopla viendo el escaso interés de los catalanes y los organizadores se han dividido en dos.
Independientemente de su nula validez legal, ¿cuán representativa es la consulta? Se han celebrado en 167 municipios, con un padrón electoral (que incluye desde mayores de 16 años e inmigrantes) de 700.000 personas de las cuales han votado 193.000, el 27,5% de participación.
Cataluña tiene más de 7.400.000 de habitantes y 946 municipios. Como ejemplo, en las elecciones catalanas de 2006 votaron 2.982.000 electores (56% de participación) y en las generales de 2008 3.700.000 (71% de participación). Entonces, ¿es representativo? No, y ni siquiera se puede determinar que se hayan celebrado en municipios donde el independentismo esté arraigado, a juzgar por la mínima participación, cuyo máximo ha sido de un 41% en la comarcad de Osona. El pretendido éxito oculta un fracaso y una grave falta, que es sustituir la voluntad popular por los resultados de una consulta parcial.
Personalmente, no tengo ningún problema en que celebren una consulta general el 25 de abril. Su valor vinculante hacia el ordenamiento jurídico es el mismo que el que tiene una votación de Gran Hermano. Sería una gran oportunidad para animar a todos los ciudadanos a votar. Este supuesto asusta al movimiento independentista.
Las preocupaciones de los catalanes son muchas, pero el Estatut o la independencia son las últimas. Todo el revuelo sobre la sentencia del Constitucional se halla únicamente en la partitocracia y en los medios de comunicación, pero a nivel de calle es un asunto que no atrae interés, demostrado desde el referéndum del Estatut, donde no votó ni la mitad de los votantes (y eso ya es suficiente para cuestionar la legitimidad del texto).
La clase partitocrática, que no clase política, no se entera de que los ciudadanos pasan de ellos, y quizá ni se enteren cuando pasen por encima de ellos. Es por eso que el tripartito tiene un futuro muy limitado, algo que no sorprende a nadie. En el PSC, en ERC, en ICV, dirán “¿qué ha pasado?” “¿Aún no os habéis enterado?”, les responderán, “nos hemos hartado de vosotros”.
Siempre habrá un sector de la sociedad catalana que sea independentista y otro, indiferente, que se decante por una u otra opción según los acontecimientos. La gestión del PP en el Gobierno provocó un repunte de esa opción, la tranquilidad que vino a esta tormenta lo disipó. Ahora está ocurriendo lo mismo. La derecha quiere tensión. No lo hace por maldad o miopía política. Un independentista más es un argumento de la derecha para culpar a Cataluña, y culpar a Cataluña genera un sentimiento reaccionario en el resto de España. Puro efecto dominó.
Somos fichas en el tablero donde juegan las élites. A Laporta no le importa Cataluña, lo mismo que a Rajoy no le importa España. Les importan ellos mismos y sus ambiciones políticas. Ése es el armazón que disfraza el nacionalismo.
Links de interés:
Público - CiU y ERC piensan en la autodeterminación
El País - Participación en las consultas
Público - CiU y PSC echan el freno
Público - ERC "hubiera ganado el sí incluso con el 60% de participación"
El País - División en los organizadores de las consultas
El País - Nueva división en el tripartito
Wikipedia - Las consultas soberanistas (en catalán)
Ministerio del Interior - Resultados de las generales de 2008 en Cataluña
No hay acuerdo. La IV conferencia de presidentes se salda en un fracaso. ¿Del presidente Zapatero? No, de la política. La política se viene considerando como algo cada vez más alejado de los ciudadanos, más oculto y con la premisa central de obtener el mayor interés particular posible sobre el interés general, hay que recordar qué es la política. La política es lo propio del ciudadano en tanto que ser político, perdonad la redundancia, porque es lo mismo y no se puede separar.
Es muy sintomático que la RAE considere que la “actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo” está por debajo de “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados” y la “actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”.
Lo que hemos visto, cuando Feijóo dijo “del PP hemos traído…”, se llama partitocracia. ¿Dónde tenían los asistentes a los ciudadanos? Me temo que no en la mente, sino más cerca de donde la espalda pierde su honrado nombre. Cuando Feijóo, Aguirre, Camps y compañía acudieron al Senado (es loable la intención del Gobierno de darle algo más utilidad a lo que históricamente siempre ha sido y será una institución conservadora) no lo hicieron como presidentes de unas autonomías, que sólo existen porque derivan de la Constitución como organismos de gestión más cercanos al ciudadano, ni como portavoces de los ciudadanos que gobiernan. Lo hicieron como señores feudales, intentando liberarse del vasallaje hacia Zapatero, el rey feudal, y hacia Rajoy, su cabeza espiritual, y consideran a sus gobernados no como ciudadanos, sino como súbditos, como un fiel rebaño. Y ya sabemos que donde hay feudalismo no hay democracia.
La patria es el más venenoso de los conceptos, dijo Sánchez Ferlosio. Pero el patriotismo que ondea el partido conservador es la más hipócrita de las mentiras. No hay que dejar a un lado la crítica al Gobierno, ¡al contrario, viva la crítica!, pero la derecha que ve en todas las esquinas una España disolviéndose es la primera que se adora imaginarla hundiéndose. Basta leer las palabras de Esperanza Aguirre, lobo de la libertad.
Son estas formas las que convierten a la democracia en democracia aparente.
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