Al fin de la dictadura y el inicio de la transición ERC por ser partido republicano no fue legalizado y tuvo que presentarse en las elecciones a Cortes Constituyentes de 1977 en una coalición de izquierdas catalanista "Esquerra de Catalunya-Front Electoral Democràtic", encabezado por el secretario general de ERC Heribert Barrera. Obtuvo 143.945 votos, el 4,72% de Cataluña, y un escaño. La Generalitat fue restituida por Adolfo Suárez en septiembre de 1977 como gobierno autonómico y Josep Tarradellas pudo volver como presidente catalán. Los parlamentarios catalanes participaron en el nuevo Estatuto catalán, sometido a referéndum en 1979 y ERC pidió el sí. En cambio en la Constitución Española pidió el No por no recoger la autodeterminación y la República. En las siguientes elecciones generales ERC obtiene 123.452 votos y un escaño con Heribert Barrera.
Tras las elecciones de 1984 de Cataluña permanece como fuerza minoritaria, perdiendo el escaño en el Congreso y la voz del nacionalismo catalán en favor de Convergència i Uniò. Vivió la escisión del Partit de la Independència hasta llegar a la dirección de Carod-Rovira, que en 2003 llevó a ERC a la condición nuevamente de tercera fuerza política con el 16,5% de votos y 23 diputados, y su entrada en un gobierno catalán de izquierdas bajo presidencia socialista y también junto a Iniciativa per Catalunya-Verds. En el referendum por el nuevo estatuto pidió el No y por ello fueron expulsados del Gobierno catalán. En 2006 perdió dos puntos y dos diputados en el parlamento catalán. En la legislatura nacional 2004-2008 tiene 8 diputados y era uno de los partidos que apoyaban al Gobierno, en minoría.
La historia de este partido ha sido contradictoria y muchas veces tergiversada por el odio y las malas prácticas históricas. Federalista en la República, puesto que nunca defendió una Cataluña fuera de la entidad española; e independentista en la democracia actual, y desde los principios democráticos. Eso no ha sido excusa para que fuera parte de los demonios de la derecha: terrorismo, separatismo, comunismo, socialismo y pacifismo, que tan hipócritamente intentan meter en el mismo saco. Y esa práctica ha sido su ascenso en 2003 de ser fuerza marginal a ser tercera fuerza política, todo basado en una estrategia: el exterminio que el PP desea para el socialismo español. Más hipócrita queda la derecha cuando reclama que el PSOE permanezca a su lado bajo un supuesto constitucionalismo, que es simple y llanamente como si un cordero permaneciera al lado del lobo.
Y Esquerra no lo ha puesto fácil, puesto que prefiere traicionar los principios de la izquierda para la construcción de una supuesta nación catalana y un Estado catalán basado en el egoísmo respecto a otros pueblos españoles. Esquerra ha demostrado que no tenía madurez para el gobierno ni sabe mantener los principios de la izquierda. Corresponde al PSC y a Iniciativa recuperar ese espacio de izquierda y no renunciar a las políticas de izquierda frente a cualquier "construcción nacional" egoísta.
Es razonable que ERC recupere la madurez y esté a la altura de gente como Tarradellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario