Con el desvelamiento de sus opiniones en el libro de Pilar Urbano, la reina se está viendo en boca de todos, y no muy bien. Antidemocrática, frívola, discriminadora, retrógrada… son sus apelativos de parte de los colectivos homosexuales, las mujeres progresistas, los grupos laicistas, docentes y científicos.
Pablo lo recoge perfectamente en su blog:
Homosexuales: “Si estas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es".
Aborto y eutanasia: “En absoluto” (…) “La vida y la muerte no están en nuestras manos”.
Religión: “Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad. Los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida”.
Violencia machista: “Ha ocurrido siempre. Ahora se informa más y con todo detalle. En cierto modo, se provoca un contagio, se dan ideas que otros imitan. Los que son propensos tienen un filón en esas noticias”.
Mas "¿Que se suban en una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico".
Estas cuatro cuestiones han levantado ampollas en todos los sectores. Hay, obviamente, quienes la jalean, olvidando que hace pocos meses pedían la abdicación de unos reyes considerados “vendidos a la izquierda”.
Como en el anterior post, la reina tiene todo el derecho para hablar, o lo tendría, si no fuera reina, porque la Constitución ata a los reyes a una serie de obligaciones, amén de sus privilegios. Así, demos libertad a la reina aboliendo la monarquía.
FELGTB: "Es inaudito que la Casa Real, que nunca se había pronunciado en temas sociales, lo haga actualmente, en boca de la reina, sobre una parte de la ciudadanía discriminada históricamente y con una ley que les garantiza la igualdad de sus uniones".
Yolanda Besteiro, Federación de Mujeres Progresistas: "muestra un profundo desconocimiento sobre la violencia de género. Son unas declaraciones frívolas y faltas de sensibilidad".
Justa Montero, Asamblea Feminista de Madrid: "Es escandaloso. Que la gente se dé cuenta de cómo es la monarquía. No me sorprende que una persona que representa una institución tan arcaica tenga esos valores. Lo que es intolerable es que los haga públicos. Sus declaraciones van en contra de la legislación de este país".
Empar Pineda, Asociación de Clínicas Autorizadas para la Interrupción del embarazo: considera "intolerable"; "(la reina,) que no es una ciudadana cualquiera", se pronuncie contra el aborto justo cuando se plantea una reforma de la ley que lo regula.
Casa Real: emitió un comunicado defendiéndose en base a que la reina emitió su opinión en un "en un ámbito privado" y "que no corresponden con exactitud a las opiniones vertidas por la reina".
Pablo lo recoge perfectamente en su blog:
Homosexuales: “Si estas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es".
Aborto y eutanasia: “En absoluto” (…) “La vida y la muerte no están en nuestras manos”.
Religión: “Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad. Los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida”.
Violencia machista: “Ha ocurrido siempre. Ahora se informa más y con todo detalle. En cierto modo, se provoca un contagio, se dan ideas que otros imitan. Los que son propensos tienen un filón en esas noticias”.
Mas "¿Que se suban en una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico".
Estas cuatro cuestiones han levantado ampollas en todos los sectores. Hay, obviamente, quienes la jalean, olvidando que hace pocos meses pedían la abdicación de unos reyes considerados “vendidos a la izquierda”.
Como en el anterior post, la reina tiene todo el derecho para hablar, o lo tendría, si no fuera reina, porque la Constitución ata a los reyes a una serie de obligaciones, amén de sus privilegios. Así, demos libertad a la reina aboliendo la monarquía.
FELGTB: "Es inaudito que la Casa Real, que nunca se había pronunciado en temas sociales, lo haga actualmente, en boca de la reina, sobre una parte de la ciudadanía discriminada históricamente y con una ley que les garantiza la igualdad de sus uniones".
Yolanda Besteiro, Federación de Mujeres Progresistas: "muestra un profundo desconocimiento sobre la violencia de género. Son unas declaraciones frívolas y faltas de sensibilidad".
Justa Montero, Asamblea Feminista de Madrid: "Es escandaloso. Que la gente se dé cuenta de cómo es la monarquía. No me sorprende que una persona que representa una institución tan arcaica tenga esos valores. Lo que es intolerable es que los haga públicos. Sus declaraciones van en contra de la legislación de este país".
Empar Pineda, Asociación de Clínicas Autorizadas para la Interrupción del embarazo: considera "intolerable"; "(la reina,) que no es una ciudadana cualquiera", se pronuncie contra el aborto justo cuando se plantea una reforma de la ley que lo regula.
Casa Real: emitió un comunicado defendiéndose en base a que la reina emitió su opinión en un "en un ámbito privado" y "que no corresponden con exactitud a las opiniones vertidas por la reina".
La reina no ha comprendido la gravedad de los temas que ha tocado, o sabiéndolo, ha mostrado una faceta inconcebible en el papel actual de las arcaicas monarquías europeas. No se ha parado a pensar en el sufrimiento histórico de personas con otra tendencia sexual, no ha pensado en el sufrimiento y pensamiento de miles de mujeres que tienen que abortar por multitud de razones, no está a la altura de la realidad con una mentalidad creacionista ni tampoco ha tenido sensibilidad a la hora de pensar en las mujeres maltratadas. Sobre su idea de que los heterosexuales manifestasen su “orgullo”, que concuerda con los planteamientos homófonos de parte de la derecha social, política y mediática, tampoco acierta a comprender que ese “orgullo” LGTB que critica, es la celebración y la lucha por los derechos y el fin de la discriminación. No nos engañemos, la resistencia a la palabra “matrimonio”, a la celebración de los derechos adquiridos y cualquier otra índole que trate de mantener a muchas personas en un nivel inferior porque aman a determinada persona, no es sino homofobia. Y la reina o lo está compartiendo o no ha visto su error.
Muchos vamos a ver a la reina de forma muy distinta a raíz de esto.
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