Ha costado meses y un examen para que el gobierno conservador de Camps se piense la conveniencia de dar una asignatura enteramente en inglés cuando no hay un nivel adecuado. Sólo dos niños han aprobado los primeros exámenes de Educación para la ciudadanía, y tenían el inglés como lengua materna. También esto tiene que llevar a reflexionar el nivel de inglés que se está dando en la escuela española.
Ahora han pedido una "moratoria" del inglés como lengua para la asignatura. Tras la amenaza de una huelga general, de las protestas del profesorado y de los padres, el gobierno valenciano ha tenido que reconocer la realidad.
Pero, ¿dejarán de usar la educación como arma arrojadiza? No es una labor de oposición, es la degradación de la educación pública, que es su máxima ambición, y más en la polémica asignatura. ¿Quieren impedir que los niños valencianos aprendan conceptos de ética ciudadana y democrática? Van a contracorriente de Europa.
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