En el Círculo de Bellas Artes, organizado por la Fundación Pablo Iglesias y la Universidad Autónoma de Madrid, se celebró hoy a la tarde el acto "Turquía: diálogos sobre democratización", moderada su primera parte "Sociedad civil y derechos humanos en Turquía" por Silvia Escobar, Embajadora en Misión Especial para las cuestiones referentes a los Derechos Humanos, con intervenciones de Ece Temelkuran, escritora y periodista de televisión, del "Diario Milliyet" y "Le Monde Diplomatique", Fuat Keyman, profesor de relaciones internacionales en la Universidad turca de Koç, y de Ender Arat, embajador turco en España.
El embajador ensalzó los logros de Turquía en el campo interno, su estabilidad política con Erdogan, y su labor proactiva en el campo internacional, como la ONU, la OTAN y la Alianza de Civilizaciones promovida por Zapatero: Turquía es un vehículo necesario entre Oriente y Occidente, entre las civilizaciones.
Temelkuran empezó su exposición con una anécdota. Antes de venir a Madrid había acudido a un debate en la televisión turca sobre el ejército y la política. Cuando un historiador criticó al ejército empezaron a llegar amenazas de muerte, y el tema tuvo que cambiarse. En Turquía se puede hablar, pero no se puede ir "más allá", hay miedo a salirse del guión, en esa sociedad profundamente militarista, islámica y nacionalista. Así, la sociedad vive en dos mundos divididos, uno más libre, otro de silencio. El ejército y el islam son cosas con las que hay que tener mucho cuidado.
El artículo 301 de la constitución turca regula estos actos, estos "insultos" a lo turco. El artículo está siendo objeto de modificación por las presiones europeas, pero sin mucho interés por parte del gobernante AKP. En Junio de 2008 116 periodistas fueron llevados a juicio. Según Reporteros Sin Fronteras Turquía ocupa el puesto 102 en libertad de prensa. Temelkuran contó un "chiste" que circula entre los escritores turcos: quien no tiene guardaespaldas no es un escritor serio. Los grandes periódicos nacionales tienen una tirada de apenas dos millones en un país de más de 70 millones de habitantes. De los medios de comunicación, existen 6 grandes grupos, uno incluso con participación de Rupert Murdoch. Sin embargo la confianza en los medios de comunicación es de un 15%, la del ejército es infinitamente superior, es la institución que más confianza crea.
Temelkuran se lamentó que en Turquía siga existiendo una constitución por golpe de Estado, un golpe que pretendió que no se permita recordar ni imaginar, porque si esas cosas no hay libertad de expresión.
El profesor Keyman habló de dos Turquías, una con un déficit democrático y otra es un país con gran enfoque internacional. Por ejemplo Turquía es miembro fundador de la ONU y participa en la OTAN. Tras el 11-S Turquía se reveló como país de confianza para la paz, es un modelo de democracia y economía de mercado en el Islam y un vehículo de diálogo entre civilizaciones. Turquía ha conseguido la separación entre la Iglesia y el Estado, dotarse de estabilidad en un entorno inestable como los Balcanes de la época post-soviética, es la unión entre Oriente y Occidente y del "euroislam", es finalmente un mercado emergente creciente y concentrador económico de la región.
Sin embargo han resurgido problemas: los derechos humanos, el terrorismo de los kurdos del PKK, la islamización de las clases medias, aumento del nacionalismo contra las diferencias y minorías religiosas, miedo a un golpe de Estado, como la amenaza de la justicia de ilegalizar el AKP. Turquía realizó con éxito la transición a la democracia en 1945, pero ha fracasado en su consolidación, la sociedad y el Estado no han interiorizado la democracia, se ve como una competencia contra los otros.
Los partidos políticos prefieren la seguridad nacional a la libertad y a la democracia, la democracia se instrumentaliza a servicio de las mayorías parlamentarias, se olvida la libertad de los kurdos y los no musulmanes. Los partidos practican una disfunción de la democracia, piensan únicamente en sus intereses y en el poder, no en lo que es bueno para Turquía, prevalece únicamente sus intereses partidistas.
En definitiva, señala que hay un declive de la razón cívica por dar importancia a la identidad, entre los kurdos, los laicos, turcos nacionalistas, todos dan prioridad a la suya propia, no se reconoce la diversidad.
Resumió todo en una frase: "la libertad de expresión es la oportunidad de decir al otro lo que no quiere oír".
1 comentario:
Hola. Bueno te faltan muchas cosas en tu análisis de las que quizá no se hablaron, como la figura de Atatürk o la reforma previa en tiempos del Imperio Otomano; pero aún así, sí, aquí ni hay libertad de expresión ni cristo que lo fundó. La democracia sigue siendo una importación desde occidente.
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