Dos familias griegas

Grecia 2009

PASOK (socialista): 43,9% (+5,8) y 160 escaños (+58)

Nueva Democracia (derecha): 33,5% (-8,4) y 91 escaños (-61)

KKE (comunistas): 7,5% (-0,6) y 21 escaños (-1)

Synaspismós (izquierda): 4,6% (-0,4) y 13 escaños (-1)

LAOS (extrema derecha): 5,6% (+1,8) y 15 escaños (+5)

En Grecia muy pocas cosas cambias. El Gobierno conservador ha caído, sí, pero la victoria socialista (la cuarta victoria consecutiva de la izquierda en unas elecciones legislativas europeas, tras Islandia, Noruega y Portugal) no deja de ser la victoria de la familia del líder del PASOK, los Papandreu. El padre de Yorgos Papandreu, Andreas Papandreu, fue el fundador del Partido Socialista y primer ministro entre 1981-1989 y 1993-1996. También, su abuelo, el otro Yorgos Papandreu, también fue primer ministro (1944-1945, 1963 y 1964-1965), fundador del anterior Partido Socialista Democrático y miembro del viejo Partido Liberal. En la otra parte, la del derrotado Kostas Karamanlis, su familia también ha gozado de mucha influencia en Grecia; su tío Constantinos Karamanlis fue primer ministro en 1955-1963, 1974-1980 y presidente de la República Helénica 1980-1985, 1990-1995, así como miembro del partido conservador de la monarquía y fundador de Nueva Democracia. Todo queda en familia.

Así pues, ¿cambiarán las cosas? Muy poco, pues la corrupción (que arrastran los dos grandes partidos) es algo persistente. La abstención, como en Alemania y Portugal, ha vuelto a aumentar, y es que los ciudadanos no tienen la convicción de que las cosas vayan a tomar un curso distinto. En Grecia se comprueba el hecho de que son los Gobiernos quienes ganan las elecciones, no la oposición. Las revueltas juveniles del año pasado, los escándalos de corrupción y la mala gestión de los incendios de Atenas han socavado la imagen del ejecutivo conservador.

En los pequeños partidos, a diferencia de Alemania o Portugal, no han experimentado grandes subidas. Esta vez el partido mayoritario sí ha ganado con rotundidad y con mayoría absoluta. Los pequeños partidos tendrán muy poca influencia en la política del nuevo Gobierno. Sólo la extrema derecha, la Concentración Popular Ortodoxa, sube casi un 2%, pero restando apoyos a Nueva Democracia, de donde proviene su líder Karatzaferis. La izquierda alternativa y comunista de Grecia, al contrario que en Islandia, Alemania o Portugal, ha seguido la tendencia a la baja de Noruega, aunque mínima. Los dos suman una bajada de un punto y pierden un escaño cada uno; sin llegar a ser una gran caída, pero no es un gran resultado.

“No quiero tomar parte en este sistema, porque no confío en ningún partido y en ningún político. Por eso he votado en blanco. Y he venido hasta aquí porque es obligatorio votar, que si no...”