Super-Sarko sigue teniendo un problema: la izquierda le sigue subiendo. Como España, Reino Unido, Eslovenia, Portugal... etcétera, demuestran, la derecha no es imbatible.
Gracias a la forma de elección del Senado, de un modo más indirecto, no como el Senado español, (que aparte, por ser inservible, debería suprimirse), son las corporaciones institucionales de la República las que deciden: los electores al Senado son los diputados de la Asamblea Nacional, los consejeros regionales, los consejeros generales, los representantes de los franceses del exterior y los delegados de las comunas. En 2007, hay : 577 diputados, 1900 consejeros regionales, 4000 consejeros generales y 142000 delegados municipales.
En las anteriores elecciones regionales de 2004, bajo Chirac, la izquierda barrió: 20 de 22 regiones. En las municipales de 2008, bajo Sarkozy, la izquierda volvió a mostrar su poder quedándose con las principales ciudades y el voto urbano, con más del 40% uniendo todas las listas de izquierda (socialistas, verdes, comunistas, radicales y otros). ¡Ojalá hicieran lo mismo en las presidenciales y legislativas! Pero la victoria es casi siempre una derrota del gobierno francés, así que poco mérito para una izquierda aún descabezada.
El mayor poder de los consejeros municipales, unido a que la derecha concentra una gran parte de los pequeños y medianos municipios, le sigue otorgando una mayoría, esta vez más exigua:
Derecha:
UMP 150 (-9)
Nuevo Centro 28 (-2)
Izquierda:
PS 116 (+21)
PCF 24 (+1)
Radicales 15 (-2)
Otros: 10 (+4)
Así, la mayoría de la derecha se reduce en 11 escaños, y la izquierda aumenta en 20, teniendo en cuenta que hay 12 senadores más (de 331 a 343 senadores).
Como siempre en Europa, menos Italia y en alguna ocasión el Bundesrat alemán, el Senado es nada frente al predominio de la Cámara Baja, lo que por otra parte es bueno que sea así. Pero, un Senado sin poder, ¿para qué? Pues como el Europarlamento, sirve para una cosa: dar un sitio a quien no es ya útil, o a dejarle hibernar hasta que se le vuelva a requerir. Mientras tanto, cobrando un buen sueldo.
Y en el tema de la izquierda, cuando haya un líder capaz, y le dejen dirigir bien, la izquierda gobernará. ¡Estas victorias de la izquierda francesa son la prueba que se puede! Como dice Obama, sí, se puede. Falta un líder, un proyecto, y una renovación. Los elefantes entorpecen el camino.
Gracias a la forma de elección del Senado, de un modo más indirecto, no como el Senado español, (que aparte, por ser inservible, debería suprimirse), son las corporaciones institucionales de la República las que deciden: los electores al Senado son los diputados de la Asamblea Nacional, los consejeros regionales, los consejeros generales, los representantes de los franceses del exterior y los delegados de las comunas. En 2007, hay : 577 diputados, 1900 consejeros regionales, 4000 consejeros generales y 142000 delegados municipales.
En las anteriores elecciones regionales de 2004, bajo Chirac, la izquierda barrió: 20 de 22 regiones. En las municipales de 2008, bajo Sarkozy, la izquierda volvió a mostrar su poder quedándose con las principales ciudades y el voto urbano, con más del 40% uniendo todas las listas de izquierda (socialistas, verdes, comunistas, radicales y otros). ¡Ojalá hicieran lo mismo en las presidenciales y legislativas! Pero la victoria es casi siempre una derrota del gobierno francés, así que poco mérito para una izquierda aún descabezada.
El mayor poder de los consejeros municipales, unido a que la derecha concentra una gran parte de los pequeños y medianos municipios, le sigue otorgando una mayoría, esta vez más exigua:
Derecha:
UMP 150 (-9)
Nuevo Centro 28 (-2)
Izquierda:
PS 116 (+21)
PCF 24 (+1)
Radicales 15 (-2)
Otros: 10 (+4)
Así, la mayoría de la derecha se reduce en 11 escaños, y la izquierda aumenta en 20, teniendo en cuenta que hay 12 senadores más (de 331 a 343 senadores).
Como siempre en Europa, menos Italia y en alguna ocasión el Bundesrat alemán, el Senado es nada frente al predominio de la Cámara Baja, lo que por otra parte es bueno que sea así. Pero, un Senado sin poder, ¿para qué? Pues como el Europarlamento, sirve para una cosa: dar un sitio a quien no es ya útil, o a dejarle hibernar hasta que se le vuelva a requerir. Mientras tanto, cobrando un buen sueldo.
Y en el tema de la izquierda, cuando haya un líder capaz, y le dejen dirigir bien, la izquierda gobernará. ¡Estas victorias de la izquierda francesa son la prueba que se puede! Como dice Obama, sí, se puede. Falta un líder, un proyecto, y una renovación. Los elefantes entorpecen el camino.
1 comentario:
estoy de acuerdo en una cosa, el senado en muchos paises no vale para nada, y mas en el estado español.
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