Ayer la Reserva Federal norteamericana se vio obligada a inyectar miles de millones de dólares para evitar la caída de las mayores empresas financieras e hipotecarias de Estados Unidos. Así pues, se evidencia, una vez más, que el liberalismo es una quimera y que los gobiernos que se dicen más liberales no van a quedarse quietos a contemplar la "bondad" de su doctrina, que es que el mercado se autorregula solo y eso es beneficioso. Mentira.
¿Cuántos liberales quedan? A juzgar por los hechos, parece que solo Esperanza Aguirre, y porque no tiene las competencias económicas de un Estado, sino las de una Comunidad Autónoma sostenida por el Estado. No hay problema en cuánto destruya la Comunidad de Madrid, que el Gobierno de España está obligado a sostener a las comunidades. Si se la diera de verdad la competencia de sostener la economía madrileña sin ayudas, otro gallo cantaría. O peor, si fuera coherente y dejara que Madrid se hundiera, la que nos esperaría a los madrileños.
Yo creo que hay que tener un régimen económico libre, que genere riqueza. Nada de economías dirigidas, ya hemos visto los desastres que la economía dirigida causó en el Este de Europa: miseria, penurias, escasez para los ciudadanos, y mucha industria pesada y armas para los Estados. Era más una economía para el Estado que una economía para los trabajadores que decía defender. Y lo que hay ahora opuesto al neoliberalismo, los anticapitalistas (sigo en mi posición que no vale ser sólo anti-algo, sino también defender una alternativa), es sólo decir el sistema actual es malo. Todos lo pensamos, pero, ¿cuál es la alternativa? La alternativa hay que pensarla desde la izquierda, desde toda la izquierda, pues, si pensamos en mantener a la izquierda dividida entre la socialdemocracia que aún no sabe responder a este sistema y a una extrema izquierda antitodo, poca izquierda quedará y poca alternativa llegará a los gobiernos. Como yo no soy economista, es mejor que otros lo planteen en estos postulados: generación de riquezas e igualdad en las oportunidades para generar esa riqueza.
El sistema actual de la concentración de oligopolios es nefasto, la riqueza está concentrada en grandes manos que no pierden ni con la crisis, mientras la mayoría de la población del planeta sí lo sufre. ¿Os acordáis de las carestías de alimentos en Asia y África? Mucha gente ya lo ha olvidado, pero hubo momentos de verdadera penuria hace pocos meses, y se puede repetir. El liberalismo proclama que la voluntad personal puede llevar a una persona de la miseria a la riqueza. Es un principio muy bonito, pero el mundo no sólo se atiene a la voluntad personal. ¿Puede la voluntad personal defenderse ante las inclemencias del tiempo? La solidaridad sí puede. Solidaridad para ayudar a generar la riqueza, no sólo para repartírsela de forma estéril. Da de comer a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá todos los días. Por ahí se empieza, ¿de qué vale solo una ayuda económica, una subvención? En los casos más necesitados sí, pero para que con ello pueda hacer más dinero. El liberalismo sólo plantea en esto que se mueran de hambre porque son los restos.
La crisis es una oportunidad. La oportunidad de cambiar de sistema.
1 comentario:
La alternativa existe y no, precisamente, la tercera via. Deberias leer algo de Noam Chomsky.
Publicar un comentario