¡Cómo está el patio! Ahora, verse con cualquier persona es motivo de sospecha… para Esperanza Aguirre, porque Prada fue espiado también en un encuentro con el ex presidente de esa desgracia mediática que se llama Telemadrid, los dos caídos en desgracia para la presidenta (otra desgracia) de Madrid. La presidenta no sabe, la presidenta no dice, pero ¡se espían a los caídos, a los sospechosos y a los enemigos de la presidenta!
De la corrupción venimos y a la corrupción vamos. Del espionaje a meter la manita. El País dice que el no-líder de la no-oposición fue chantajeado por Francisco Correa, presunto corrupto pero cierto encarcelado. A Rajoy y a Palmou, secretario general de los conservadores gallegos, se los grabó hablando de las menudencias del imbatible Fraga allá por 2003. “El viejo está gagá”, parece ser que dijeron. Y se les comunicó que existía la grabación y Correa vino a decir que podía “solucionarlo”. Esto es ya una mezcla de El Padrino y Los Soprano, de todo cabe en este PP que nos toca aguantar. Y Palmou y Rajoy hicieron bien y no cedieron, algo íntegro hay que reconocerles. Sí, en eso Rajoy demuestra buena práctica; porque como dice el dicho, una vez al año no hace daño.
Aunque esta integridad no quita que Rajoy siga obcecado en preferir un partido corrupto a un partido con corruptos, pero a punto de echarles a patadas. Cuando en un hogar se hace limpieza se deja todo limpio, no sólo se quita lo que se ve; hay que limpiar por todos los rincones. Por eso, no valen dimisiones de alcaldes, si no van acompañadas de más explicaciones, investigaciones y/o dimisiones. Que den explicaciones los señores Granados, González, Camps, Aguirre, Matas… pero, a poder ser, no delante de sus amigos, porque entonces lo llevamos claro.
¡Joder, qué tropa!, dijo el Conde de Romanones en su tiempo. Sí… qué tropa, qué tropa la de estos años que nos tocan vivir, donde la política se hace a golpe de favor y de chantaje, jugando con el designio ciudadano, además de coartarlo. Ya ni con ironía hace gracia.
Qué tropa, qué tropa…
De la corrupción venimos y a la corrupción vamos. Del espionaje a meter la manita. El País dice que el no-líder de la no-oposición fue chantajeado por Francisco Correa, presunto corrupto pero cierto encarcelado. A Rajoy y a Palmou, secretario general de los conservadores gallegos, se los grabó hablando de las menudencias del imbatible Fraga allá por 2003. “El viejo está gagá”, parece ser que dijeron. Y se les comunicó que existía la grabación y Correa vino a decir que podía “solucionarlo”. Esto es ya una mezcla de El Padrino y Los Soprano, de todo cabe en este PP que nos toca aguantar. Y Palmou y Rajoy hicieron bien y no cedieron, algo íntegro hay que reconocerles. Sí, en eso Rajoy demuestra buena práctica; porque como dice el dicho, una vez al año no hace daño.
Aunque esta integridad no quita que Rajoy siga obcecado en preferir un partido corrupto a un partido con corruptos, pero a punto de echarles a patadas. Cuando en un hogar se hace limpieza se deja todo limpio, no sólo se quita lo que se ve; hay que limpiar por todos los rincones. Por eso, no valen dimisiones de alcaldes, si no van acompañadas de más explicaciones, investigaciones y/o dimisiones. Que den explicaciones los señores Granados, González, Camps, Aguirre, Matas… pero, a poder ser, no delante de sus amigos, porque entonces lo llevamos claro.
¡Joder, qué tropa!, dijo el Conde de Romanones en su tiempo. Sí… qué tropa, qué tropa la de estos años que nos tocan vivir, donde la política se hace a golpe de favor y de chantaje, jugando con el designio ciudadano, además de coartarlo. Ya ni con ironía hace gracia.
Qué tropa, qué tropa…
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